Caminamos hacia la luz de la luna que resplandecía sobre aquel enorme lugar que a simple vista parecía tener más de tres pisos, con columnas de marfil brillando como las perlas mas lujosas, paredes de mármol pulido, ventanas con marcos de madera totalmente lisos, sin ninguna astilla y lo que más llamo mi atención, un impecable jardín de verdes pastos y sobre todo repleto de rosas... Rosas negras.
—¿Por qué tienes rosas negras?—preguntó señalándolas como si fueran portadoras del mas grande misterio.
—Esto es porque ahora conozco mucho mejor lo malo que me he olvidado de lo bueno, me he acoplado a la oscuridad y ahora la luz me ciega. Vivo acostumbrado a que los negros cuervos de plumaje eternamente nocturno intenten sacarme los ojos y le temo tanto a las aves inofensivas que solo están en busca de felicidad—sinceró, es la primeras vez en las largas tres horas de viaje que tuvimos que me abre un poco su corazón.
—Interesante—le sonrió—Me gusta tu manera de ver el mundo.
El solo devuelve el gesto algo forzado.
—Gracias... Supongo—se rasca la cabeza y hace una mueca de dolor—Creo que son los síntomas de la marca, por el momento no es tan intenso.
—¿Marca?—lo miro con los ojos llenos de curiosidad—Eso no me lo has dicho.
El solo resopla esperando por en algún punto saciar de lleno mi curiosidad.
—En resumen es una marca que un vampiro pone a un humano para que nadie más pueda beber de su sangre, esta empieza a aparecer junto con los malestares que te mencione antes.
—Ah...—suspiro—Espero que mis memorias no te incomoden, no son buenos recuerdos para ser franco.
—Tus ojos se apagaron—dice mientras toma mi mentón—¿Manjiro, cierto?
—S-si—titubeo viendo fijamente a ese abismo oceánico de sus ojos—Es solo que... Me encontraba en un hoyo del cual no podía salir por mucho que intentara no podía salir solo.
Me observa como si fuera el oro mas fino del mundo, brillando como un pedazo de sol... Es tan intrigante que solo emana más curiosidad, da origen a nuevas dudas sin respuesta hasta que Hanagaki se digne a darme una. Se apodero de mi mente con interrogantes que van mas allá de lo que solía ser mi mundo pequeño y monótono.
—Pues nunca estamos solos para siempre, aunque lo deseemos—suelta un pesado suspiro—¿Vas a entrar o te quedaras todo el día viendo las flores?—pregunta importándole poco lo que decidiera hacer.
—Ya voy, por favor entremos.
Al interior todo era mas hermoso que por fuera.
—Agh—se queja—Creo que los síntomas de aquella mordida empiezan será mejor que me vaya a mi habitación—sus pasos resuenan por todo el lugar. Presurosos por tocar las finas sedas para que envuelvan su cuerpo pesado que no tiene idea de los recuerdos que contemplara y almohadones de algodón en espera de poder aliviar el punzante dolor de las memorias cargadas de errores del pasado... Cargadas de MIS errores y sombras que me persiguen desde aquellos días jovenes hasta posiblemente los más viejos.
—Sígueme, te daré una habitación—como un fiel siervo siguiendo a una deidad divina iba tras el con una ciega confianza y paso a paso mis suspiros se me hacían eternos al recorrer los largos pasillos decorados sin temor alguno por valiosas obras de arte, desde esculturas pequeñas hasta vibrantes pinturas coloridas y uno que otro cuadro cubierto por finas capas de polvo.
—Son muy ¿Lindos?—digo para tratar de formar una conversación—Pero... ¿Por qué algunos tienen polvo cuando la mayoría están limpios?—vuelvo a molestar con mis preguntas acerca de todo lo que veo, aunque siento que la limpieza no es el problema pues la pluralidad de pinturas lucen impecables.
Hanagaki no parece una persona que no suele ordenar las cosas, al contrario parece alguien pulcro, elegante y organizado, lo opuesto a mi. Supongo que tienen razón cuando dicen que los polos opuestos se atraen... Tal vez.
—Porque simplemente no me gustan—responde sin siquiera dirigirme la mirada—¿Alguna otra cosa que quieras saber?
—N-no es todo—le digo encogiéndome de hombros—Al menos por ahora—murmullo.
—Hay una biblioteca deberías de ir a verla—sugiere—Llegamos—sonríe en un gesto forzado.
Aquellos cuadros cubiertos de esa suciedad tal vez oculten algo más, aquel presentimiento que se posa en mi pecho cual mariposa infausta me hace sentir que algo no esta bien... Quizá aquellos finos hilos de telarañas brillando recubren algo oculto bajo aquellos sórdidos cuadros.
—B-bueno, supongo que así ya no te molesto—digo con cierta sorna.
Me muestra una amplia y alta puerta, pasamos al mismo tiempo. Supuse que entra una buena cantidad de luz debido a los grandes ventanales, los muebles parecen antiguos un poco desgastados seguramente por lo bien cuidados que están, la cama es amplia con sabanas de seda con toques dorados con gran cantidad de cojines suaves...
—¡¿E-espera dormiremos juntos?!—muevo los brazos de un lado a otro con preocupación—Wow que confianza—murmullo.
—No te tengo confianza, aun así no dormiría con un extraño—suelta la bomba, realmente es más serio de lo que esperaba—Yo dormiré a lado.
—Ah menos mal—suspiro.
—Deberías ya recostarte, ¿no te sientes mal?—me mira de reojo antes de cerrar la puerta.
—Pues, un poco pero como dijiste que era normal no me preocupe—le sonrió como todo un manojo de nervios.
—Parece que el que tiene demasiada confianza aquí eres tú—dice con burla.
Solo me quejo por sus respuestas—Odioso—susurro.
Viéndolo desde otra perspectiva, es increíble como es dueño de una gran dualidad, es serio pero la mayoría de veces responde con burla, aunque muy en el fondo siento que tiene algo que no ha mostrado. Algo encerrado sellado quizá por algún candado, esperando que tal vez reprimirlo lo haga morir.
Sale y el silencio empieza a inundar la habitación... Algo aburrido a decir verdad.
Me recuesto es espera de que mis ojos se cierren, mis cuerpo empieza a pesar y a tener ligeros temblores. Seguramente aquellos efectos que menciono también se empiezan a hacer más fuertes para el.
Realmente me aterra... Me causa un gran miedo el hecho de ser juzgado nuevamente por las sombras de un pasado muy lejano y a la vez tan cerca a mi presente que aun me cubre con un manto de oscuridad.
A la vez me pregunto ¿Me despreciara una vez vea lo que hice? Aquel enigmático vampiro de ojos azules ¿Me perdonara una vez lo sepa?
Todo esto me agobia mucho.
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Vin rouge (Editando)
FanfictionÉl, aquel de sed tan incontrolable pronuncia indiferente aquellas palabras, mientras yo siento escalofríos recorrer mi cuerpo y mi piel mancharse por eso que llama "Vino tinto", su vino tinto del cual disfruta sin descaro alguno...