Papá por dos. (SasuNaru)

Capítulo 11. Viejas amistades.

Un nuevo inicio de semana, momento de empezar con el pie derecho o bueno no para todos, en el recinto de la universidad en un rincón algo solitario un joven azabache estaba indeciso sobre que hacer, si bien su mera existencia le pesaba, el tomar una decisión llega a pesarle un poco más. 

Tenía años sin tener su conciencia tranquila, él no era una persona excepcional pero tampoco era alguien cruel y despiadado, sabía que había cometido un error, un error que tal vez no se pudiera solucionar. Respiro una vez para armarse de valor, miro su reloj.

"7:38 a.m."

—Mierda, espero encontrarlo, rápido. —apresuro el paso, paseando su mirada por aquel enorme jardín, muchos rostros, unos conocidos otros no. Cuando casi se daba por vencido agradeció al universo por darle a su ex-amigo unos rasgos peculiares para poderlo notar. —¡Naruto!

El grito capto la atención del rubio, de principio extrañado, busco de donde provenía el llamado y su expresión cambio al ver quien lo buscaba. El asombro se hizo evidente en su mirada. Era Shikamaru, años sin saber de él, incluso al a ver coincidido en el mismo salón de clases, cosa que de por si era extraña, la indiferencia del pelinegro le dio claro el mensaje. Pese a todo, él no era como su antiguo amigo, quizá ahora la paternidad, le hizo tener un poco de "madurez".

—Viejo, creí que no te alcanzaría a ver. —mencionó exhausto, ver la mirada seria pero interrogante del ojiazul le hizo recobrar la compostura un poco. No eran amigos ya, tenía que ser breve, el tiempo corría y las clases empezarían en minutos. —Esto sonara demasiado extraño, lo sé, pero no puedo seguir con la misma basura, Naruto.

El mayor no entendía de que hablaba el otro pero prefirió no interrumpir y con su silencio le dio la libertad para que siguiera explicándose.

—Lo siento tanto, de verdad fui un idiota, me deje llevar por los demás, ser joven no significa que pudiera actuar como lo hice, menos contigo que siempre me diste la mano desde que llegue a la ciudad hace años. Yo... no sé cómo reparar el daño que te ocasione, no fui el mejor amigo que te prometí que seria. Me aleje mientras más necesitabas de alguien. —los recuerdos de su amigo suplicándole ayuda y el cómo lo ignoro es algo que lo atormentara incluso con el tiempo. Del enojo apretó sus puños, la mirada algo inexpresiva de Uzumaki le calaba admitirlo pero si le genero cierto miedo. 

Pero contra todo lo que él esperaba, no entendía a Naruto quien al terminar de oírlo, no hizo más que colocar la mano sobre su hombro, darle un cálido apretón en el mismo.

—Te perdono, Shikamaru. —la mirada incrédula del varón le hizo suspirar un poco —Me es algo difícil pero tampoco puedo odiarte, además de que sería absurdo, estaremos aquí —miro la universidad por un momento y luego miro otra vez aquel que por mucho tiempo considero casi su hermano. —Nos quedan cinco años y un poco más de tiempo, es muy ridículo que nos estuviéramos evitando, tendríamos que convivir en algún punto. 

Ambos vieron como los alumnos caminaban hacia sus respectivas aulas, lo que los hizo frenar la plática en aquel momento, debido a que se dirigían al mismo salón, Nara no pudo evitar recordar un hecho que le generaba algo duda.

—Oye, se que sonara muy imbécil de mi parte y si te niegas a responder mi pregunta, lo entiendo, pero que paso con tu... —el silencio y la mirada de Shikamaru que se dirigía hacia el abdomen ahora plano de Naruto, le hizo entender que quería preguntar el varón.

Uzumaki con una breve sonrisa, le respondió.

—Los tuve, siguen creciendo, están fuertes y sanos —se despidió del azabache para sentarse con su amiga, a quien saludo con un abrazo y un beso en la frente de la chica.

Hinata algo extrañada de la interacción y de la cercanía que tenía con un compañero de su clase, no pudo evitar sentir curiosidad.

—Naru... —antes de que pudiera decir más, el doncel se adelantó.

—Es un viejo amigo, la inmadurez y el tiempo nos separó y pues hoy hablo conmigo, solo se disculpó y nos pusimos al corriente con algunas cosas. —le dijo mientras revisaba algunos apuntes de la maestra Sakura ya que más tarde tendrían un examen e intentaba repasar antes de que tocara dicha clase. 

Para evitar que Hyuga indagara más sobre el tema le propuso que estudiaran juntos, a lo cual gustosa acepto la chica de ojos perla.

  

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En otra parte de esa misma ciudad, había una joven maestra preparando su aula para recibir a los padres de sus alumnos en la primera junta del ciclo escolar. Los minutos pasaron y poco a poco el aula se fue llenando de adultos, a quienes Hotaru recibía con una sonrisa y les preguntaba de quienes eran padres para ir pasando lista. 

—Buenos días —la voz saco de sus pensamientos a la castaña.

—Bienvenidos, buenos días —respondió a la pareja que tenía enfrente, una mujer de cabellos rojizos intensos y un señor de cálida sonrisa y rubio. —Pasen, tomen asiento frente al pupitre que contenga el nombre del niño por quien vienen.

Kushina se sentó, en el pupitre de Sarada y Minato en el de Boruto, ante la mirada algo confundida de la maestra de sus nietos, la pelirroja hablo.

—Somos los abuelos de los gemelos.

Hotaru no pregunto nada más, y al ver a la mayoría de padres reunidos procedió con la junta.

La reunión fue breve, pequeños aspectos que evaluaría, conocer más las virtudes y aspectos a trabajar de los menores, reuniones, festivales, calendario y planeación escolar fue todo lo que la chica les explico a los padres de los menores.

—Para concluir, el viernes pasado le encargue sus niños una foto de ustedes y de algún otro adulto que estuvieran autorizados a pasar por ellos, si las traen me las pudieran pasar en el sobre con su respectivo nombre del alumno para diseñarles su gafete.

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Espero que les haya gustado el capítulo trate de extenderlo y aquí comenzare a atar acontecimientos del pasado con los del presente además que estamos a nada de los capítulos que mas incertidumbre traerán.

Nos leemos pronto, cuídense :3