Capítulo 3. Abriendo viejas heridas.

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—Naruto... ¡Naruto! —gritó en un intento por hacer que el chico se detuviera y pareció funcionar porque el blondo bajó gradualmente la velocidad —¿qué pasa?

Ambos se detuvieron en la entrada de la siguiente aula.

—Lo siento, Hinata. Yo no quería comportarme así, es sólo que... —no sabía ni que decirle a la chica.

No podía simplemente decirle, "perdona, es que resulta que el maestro y yo tuvimos una aventura hace casi cinco años".

—Oye, si no estás listo para contarme, no te voy a forzar pero, siempre podrás confiar en mí Naruto —le mostró una cálida sonrisa, mientras limpiaba algunas de las lágrimas.

Esperaron sólo un poco para que el doncel se repitiera y después entraron al salón de clases, donde una vez más se sentaron juntos.

El blondo estaba sacando sus libros, cuando sintió el teléfono vibrar.

"Preparando una deliciosa comida para papá"

Era la descripción que veía debajo de una imagen, su madre le había enviado una foto de sus pequeños en la cocina donde posiblemente le estaban ayudando a la pelirroja. Sonrió, esos pequeños eran su más grande alegría en la vida, recordó un tiempo que la doctora le había aconsejado abortar, ahora veía que jamás hubiera sido capaz de hacer tal acto. Esos pequeños, fueron su salvación durante su fuerte etapa de depresión, los amaba más que a nada en el mundo.

—Veo que alguien ya está mejor —canturreo la azabache.

—De bastante mejor humor —soltó una risilla alegre.

—Me alegro mucho. Oh, parece que hay viene la profesora —su tono de voz descendió.

Y así fue, una chica de cabellos rosados ingresó, saludando de una manera muy amigable. Poco a poco la mujer fue dando una explicación de la materia, en que consistía y como calificaría.

La mayoría de los alumnos agradecía el haber tocado en esa asignatura puesto a que la maestra era amable y parecía tener mucho conocimiento. Así paso el tiempo algo rápido, la sesión fue de lo más amena.

Al finalizar esa y otras dos clases, el ojiazul se sentía entre cansado y feliz, le apasionaba mucho su carrera.

Camino hacía la entrada junto a Hyuga, mientras continuaban hablando de temas triviales.

—El tiempo se fue demasiado rápido contigo, Naruto.

—Yo también lo creo — miró la hora en su móvil —me tengo que ir, Hina

—Lo entiendo. De todas formas te veré mañana en la clase del profesor Uchiha —sin querer hizo una mueca de desagrado.

—Sí... —habló desanimado —bueno, nos vemos mañana —se despidió con un beso en la mejilla y corrió en la dirección contraria.

~•~

Mientras recorría los pasillos del supermercado, seguía viendo aquella imagen. Luego de haber encontrado esa curiosa cartera en la universidad, husmeo un poco más, encontrando esa fotografía tamaño infantil.

En la dicha foto se apreciaba a un apuesto rubio, ojos azules y piel acanelada y en sus mejillas se podían ver unas singulares marcas.

Papá por dos. (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora