Bruce no recuerda mucho lo que pasó ese día. Las cosas eran normales, estaba algo feliz. Entonces de repente estaba en el sótano del Raptor para que comenzara el más infernal de sus días.
En el lado positivo, Vance está aquí. Así que no tiene que pe...
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—¿Qué has probado? —Bruce rompe el silencio, mirando el cuerpo de Vance apoyado contra la pared. Ahora era de noche, la habitación estaba más oscura ahora que no había sol brillando a través de los barrotes de la ventana. Para salir, quiero decir. Vance lo mira, sus ojos azules aún se las arreglan para brillar con la tenue luz de la luna. Bruce mira hacia otro lado.
—Todo. No soy estúpido —dice Vance, tomando una respiración profunda—. Intenté escabullirme hacia la puerta abierta. Intenté golpearlo para salir. Pensé que tal vez el hijo de puta era estúpido y habría dejado un teléfono que funcionaba aquí abajo, pero ya sabes cómo funciona eso —explica, y Bruce vuelve a mirar el teléfono antes de mirar hacia la ventana— Aprendí por las malas que le gusta hacer creer a la gente que tiene una oportunidad dejando la puerta abierta.
—¿Qué hay de la ventana? —pregunta, moviéndose para ponerse de pie y caminar un poco hacia las barras—. ¿Quizás las barras están lo suficientemente flojas como para sacarlas? ¿Romper la ventana y deslizarme? Podría ser lo suficientemente delgado... —Bruce parece estar formulando un plan, y Vance se queda callado por un momento muy largo. Bruce lo mira, preocupado de que el otro se haya desmayado o algo por el estilo—. ¿Vance?.
—¿Qué? Oh, no. No he probado la ventana —su voz es más tranquila esta vez, como si tuviera miedo de hablar.
—¿Por qué? Apuesto a que al menos una de estas barras está suelta, ¿verdad? —Bruce responde y Vance se queda en silencio por otro largo momento antes de que se escuche un suspiro.
—Yo, eh... no pude alcanzarlo.
Hay silencio en la habitación mientras Bruce piensa en la altura del otro.
—Sabes, debido a tu actitud, siempre asumo que eres más alto que la mayoría —dice Bruce casualmente, y Vance se pone de pie, se dirige hacia él y mira fijamente a la ventana.
—¿Qué diablos se supone que significa eso?.
Bruce no puede evitar sonreír.
—Oye, ¿estás bien ahora? ¿Crees que podrías levantarme allí? —Bruce pregunta, y Vance lo mira a él y luego a la ventana otra vez, girando los hombros y el cuello antes de indicarle a Bruce que se acerque. Bruce asiente y se dirige hacia el otro, montando a cuestas a Vance antes de escalar lentamente y apoyarse en los hombros de Vance.
Se mantienen firmes mientras Vance se pone de pie completamente derecho, Bruce se inclina hacia la ventana para aliviar algo de su peso sobre Vance.
—Jesús, Bruce, ¿qué te dan de comer tus jodidos padres en casa? —Vance pregunta y Bruce lo mira confundido.
—Soy un sólido, como, 125 libras. O algo así —Bruce responde, escuchando a Vance soltar una breve carcajada.
—Mierda, cargarte es como cargar a una maldita princesa. No pesas nada —Vance dice mientras mira hacia arriba, encontrándose con la sonrisa de Bruce.
