Escape. I

9 1 0
                                    


Capítulo 1

Escape.

Salí de la cafetería con mi amiga, las dos llevábamos un café en la mano, era temprano, hace poco había amanecido, pero yo no quería estar en casa, podría decir que vivía más en la casa de Louisa que en la mía, a ella no le molestaba, de hecho, le agradaba que estuviera con ella, no le gustaba estar sola.

Caminábamos en silencio, le había pedido a Louisa que viniera conmigo a Francia, no tuve que insistir.

—No tengo nada que perder si lo hago —había aceptado.

Estaba feliz por su decisión, de lo contrario me iba a doler bastante tener que alejarme de ella, la había conocido cuando recién cumplía 16 años. Aunque no sean muchos años de amistad, puedo decir que si es como una hermana para mí. En todas las dificultades que hemos tenido, nos hemos apoyado en la otra, porque una amistad no se mide por los años que lleven juntas, si no en los momentos que han pasado.

Puedes tener una amistad de 10 años en la que no exista total confianza, y puedes tener una amistad de 3 años, en donde si exista confianza y comunicación, como la de nosotras.

En poco tiempo, llegamos a la casa de Mark, donde yo vivía. Deslizo la puerta con cuidado para hacer el mínimo silencio. Parece que no hay nadie, pero sé que Marie está aquí, y lo compruebo cuando llego al salón y la ubico tumbada en el sillón, con la cabeza recargada en la pared y viendo al techo, es la pose de siempre.

Se que no nos ha escuchado, así que camino por la casa hasta llegar a mi habitación y entro en ella.

Tomo la silla que se encuentra pegada a la pared y la arrastró hasta el armario, me subo en ella y bajo la maleta negra, es bastante grande.

—Necesito que empaques mi ropa —ordeno en un murmuro—, tengo que buscar mi collar.

—No creo que lo encuentres aquí— centro mi atención en ella—, Mark...bueno, su hermana, no se su nombre; lo llevaba puesto ayer en la mañana cuando ordeno... No importa lo que ordeno, el caso es que estaba en su cuello. Intente quitárselo, pero...

Un ruido proveniente de afuera hizo que se detuviera, casi al instante, se escucharon voces en el salón.

Louisa me miraba con los ojos abiertos.

Sali de la habitación y fui al salón, viendo a Mark y su hermana, Sandra.

—Oh, Cass... Cand... Ca... ¿Cuál es tu nombre? —dice como si no lo recordara en verdad—. Lo he olvidado...

—No hace falta que lo diga, está grabado en mi collar —toco mi pecho fingiendo agarrarlo— Oh, lo llevas puesto, idiota.

De reojo observo como su hermano me fulmina con la mirada por llamarla idiota.

—Fue mi regalo de cumpleaños, preciosa—sonríe con superioridad.

Inclino mi cabeza hacia Mark.

—¿Acaso tu intento de negocio no te permite comprar algo para tu hermanita?

Sin dejar que respondan, doy un paso adelante y arranco el collar de su cuello con poca delicadeza, ella suelta un chillido y les doy la espalda.

Entro a la habitación y Louisa ya ha terminado de empacar, de hecho, está cerrando la maleta.

—Creo que es momento de salir por la ventana —digo acercándome para abrirla.

Ellos ni de broma nos dejaran salir.

celeste ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora