EPISODE 3

1.9K 209 50
                                    


Xiao Zhan había despertado antes de que Yibo bajara, pero no se movía y Yibo no estaba sorprendido. La noche anterior había sido difícil. Sin embargo, Xiao Zhan ni siquiera había volteado al escuchar los pasos de Yibo; si no fuese por los movimientos de su respiración, Yibo hubiera pensado que estaba muerto.

—Xiao Zhan—dijo Yibo sin obtener otra respuesta más que un largo suspiro. Xiao Zhan siguió de frente a la pared.

Yibo se acercó y corrió una mano sobre los hombros del pelinegro, teniendo cuidado de no tocar los latigazos del día anterior que sabía debían doler ahora. Y este se alejó de su toque.

—¿Quieres ducharte o desayunar primero? —preguntó Yibo.

—Hoy no me voy a duchar —murmuró Xiao Zhan.

—Desafortunadamente, no tienes opción —respondió—. Las duchas son obligatorias y tan pronto como los aprendices toman la primera, deben tomar una todos los días después.

—Pues vas a tener que sacarme de aquí arrastrando, pateando y gritando —advirtió Xiao Zhan.

—Si tengo que hacerlo, lo haré; y nadie hará nada por ti. Probablemente serías puesto en el pasillo principal para ser castigado frente a todos por tu conducta escandalosa, por desobedecer órdenes directas entre otras reglas de la Casa que estarías rompiendo con eso —dijo Yibo con suavidad.

—Te odio —dijo el pelinegro dándose vuelta lentamente.

—Lamento que te sientas así —dijo Yibo y después le ofreció a Xiao Zhan una pastilla y un vaso de agua—. Iré por tu desayuno mientras esperas a que la pastilla haga efecto, ¿hay algo en particular que quisieras?

—Soy vegetariano —contestó Xiao Zhan y Yibo asintió.

—Entiendo —dijo Yibo y salió a conseguir la comida mientras Xiao Zhan dejaba que los efectos de la pastilla trabajaran en su sistema.

Cuando Yibo volvió, Xiao Zhan estaba cepillando cuidadosamente su cabello negro, haciendo muecas pues la pastilla continuaba aliviando algunos de sus dolores más fuertes. Cuando terminó, caminó hacia la mesa y se sentó sin mirar a Yibo.

—¿Qué se necesita para que vuelvas a tu actitud del primer día? Ibas bastante bien hasta que volvimos de las duchas —dijo Yibo.

—¿Qué tal una explicación de por qué el imbécil insolente de tu amigo me castigó? —estalló Xiao Zhan y después bajó la mirada a su plato, mordiendo su labio anticipando la paliza que estaba a punto de recibir.

—Primero que nada, Wen Chao no es mi amigo, es mi antiguo entrenador. Segundo, fuiste castigado porque no tienes permitido resistir insinuaciones hacia ti; la cagué ayer y me disculpo, debí recordarle que no está por encima de las reglas. Y tercero, tienes que aprender a aceptarlo; si nadie te reclama cuando tu entrenamiento acabe, vas a terminar junto a los esclavos de batas amarillas, que son los que están disponibles y todos podrán tocarte. Cuando alguien te reclame, pasaras a portar una de las batas verdes, lo que significa que tu Maestro será el que tiene el mayor privilegio sobre ti, pero cuando no te esté tocando, los demás podrán hacerlo, y lo harán. Después de un tiempo, si complaces a tu dueño, tal vez él o ella te asciendan a las batas rojas, que te protegen de otros esclavos, pero no de otros Maestros. Si continúas complaciendo a tu dueño, entonces pasarás a ser de los de batas blancas y eso significa que sólo tu dueño y el Maestro de la Casa pueden tocarte, pero tienes que comportarte y hacer lo que se te dice o seguirás sin ser reclamado y siendo abusado. Las mascotas de la Casa que son los que tienen batas blancas obtienen el mejor trato, las mejores habitaciones y son bien atesorados. No quiero verte en una bata amarilla o una verde. Quiero verte con una bata blanca —dijo Yibo.

Slave Forced 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora