Capítulo 1 Callejon Diagon

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Mike Decker, un jovencito con cabello largo y oscuro, guantes rojos sin dedos, y una larga gabardina que casi tocaba el suelo, caminaba por las frías y muy poco concurridas calles del callejón Diagon.
Se notaba perdido.
Rowan Khanna, un joven de su misma edad, que vestía muy elegante, llevaba puesto una bufanda morada con detalles blancos, y sus grandes y notables lentes que daban aire a un joven erudito y estudioso.
Rowan, noto a Mike perdido, se acercó a él para ver en qué podía auxiliarlo.
—Hola — Dijo Rowan a Mike mientras le hacía una seña amistosa. —Te ves un poco perdido —.
—Hola —. Respondió Mike amistosamente. —Si, estoy perdido, necesito encontrar mis libros de primer año y mi varita para Hogwarts —.
Rowan sonrió inocentemente.
— Yo puede ayudarte a conseguir tus libros. Tú ve por tu varita aquí en Olivander's —.
Rowan señaló a Mike la ubicación de Olivander.
Mike sonrió aliviado, e hizo exactamente lo que le sugirió Rowan.
Cada uno se separa por su rumbo, pero, ambos estaban tranquilos, pues sabían que se volverían a ver en más de una ocasión.
Mike entra en Olivander. Un canoso hombre lo recibe con una sonrisa. Mike estaba apunto de hablar, pero, el señor se le adelantó dando una breve presentación sobre el lugar y su nombre (Olivander)
—Bienvenido a Olivander, joven mago —.
Olivander saca una varita de una caja y se la entrega a Mike.
Mike la utiliza. Al hacerlo, papeles y tinteros salen disparados sin control.
La cara Mike demostraba vergüenza y pena por lo sucedido. Olivander no reaccionó. Simplemente alentó a Mike.
—No te sientas mal por lo qué pasó. A tu hermano le paso exactamente lo mismo —.
Mike se sorprendió al escuchar que mencionaran a su hermano. Tenía años desaparecido.
—¿Conoció a mi hermano? —
—Cada varita que he vendido, la recuerdo perfectamente. La suya era de ébano, con un núcleo de corazón de unicornio. Una lástima que fuera rota tras su expulsión —.
Mike se sorprendió bastante.
—Quisiera volver a reencontrarme con él. Es mi familia y lo extrañamos —.
Olivander notó una gran pasión en el joven. Olivander saca otra varita y se la entrega a Mike.
Con un poco de inseguridad, Mike, agita la varita. Una brisa recorre todo su cuerpo.
Olivander se sorprende al ver que esa varita era la indicada para Mike.
Mike notó esa sorpresa y no dudó en preguntar.
—¿Que sucede señor Olivander? —. Pregunto Mike.
—Oh, nada, joven Mike —. Respondió Olivander. —Es solo que esa varita alguna vez, tuvo una gemela. No he sabido de ella en... muchos años, pero quiero que sepa que esa varita es muy especial, pase lo que pase... cuídela mucho, como ella lo hizo —.
Mike no entendió lo último, y prefirió no seguir la conversación, se notaba la tristeza de Olivander al hablar.
Simplemente se despidió y salió de la tienda.
Rowan ya estaba esperando a Mike afuera del local. En sus manos sostenía los libros de Mike.
Rowan se los entrega felizmente.
Rowan notó la varita de Mike, no dudó ni un segundo en decirle una de las especificaciones de la varita. Madera de Ébano.
Mike queda anonadado por tal especificación de parte de Rowan.
—Tengo conocimientos grandes sobre las maderas que se utilizan en las varitas. Aunque siempre he repudiado ese conocimiento —. Resaltó Rowan.
Mike notó cierto tono hostil en Rowan sobre el tema. Prefirió aclararse la garganta y cortar el tema.
—Bueno, tengo que irme a casa. Te veré en Hogwarts, Rowan —. Exclamó Mike.
—Así será, Mike —. Respondió Rowan con gran fervor.
Rowan y Mike se retiran del callejón Diagon.
Rowan al tomar cierta distancia de Mike y notar que ya no estaba cerca de él, rápidamente se fue a la zona más alejada del callejón, allí, se posó frente a un conjunto de cajas. Una voz le hablo a Rowan.
—¿Era él? — Pregunto la voz.
Rowan afirmó con un leve movimiento con la cabeza.
—Bien —. Respondió la voz.
Después de aquella pequeña conversación, Rowan se va como si nada hubiera sucedido.

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