CAPÍTULO 3

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―Hola, Falco.

― ¿Qué haces? ―Señaló el vestido en las manos de Levi y este también miró sus manos formando una mueca de disconformidad.

― ¿Aún conservan sus prendas...?

―Eso no debería importarte, y deja eso dónde estaba. ―Pronunció demandante, cruzado de brazos y con una mirada fría.

Levi iba a protestar por esa actitud, pero fue interrumpido.

―Permiso.

El adolescente se agachó a su lado, con delicadeza ponía las prendas dentro de baúl. Su mirada parecía nostálgica y a Levi se le movió el corazón con empatía hacia el claro dolor del menor hacia su difunta madre. No podía enojarse con él.

Porque Levi sabía lo que se siente.

Falco yo...―Puso su mano en el hombro del chico.

―No necesito ninguna patética disculpa. ― Cuando terminó se levantó quitando la mano del pelinegro de su hombro.

―Está bien, Falco, mira, lo siento, ¿Sí?

No podía evitar sentirse mal. Quizás abusó de la privacidad de Eren y de su familia, pero él le había dicho que lo suyo ahora era de ambos, y pensó por un momento que podía tener la libertad de curiosear un poco.

Quizás fue su error... Pero no lo era, porqué él no tuvo ninguna mala intención.

―No lo vuelvas a hacer. ―Demandó.

―Está bien, pero no tenía malas intenciones, enserio.

―Solo no vuelvas a curiosear en ese baúl, ¿Sí? Porque eso no te incumbe. ―Cerró el baúl, cerró la puerta del armario y se dio media vuelta. ―Agradece que no lo vio papá.

¿A qué se refería?

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― ¿Me das un abrazo?

Eren giró su rostro, dirigiendo su mirada hacia su esposo, quien sostenía su brazo en busca de calor y pegaba su mejilla a su hombro, viéndose muy bonito. Sonrió tan sólo un poco, se quitó sus lentes y cerró el libro que leía, dejando ambos objetos en la mesita de noche.

―Por supuesto. ―Pronunció mientras se estiraba para apagar la lámpara y al fin rodear con sus brazos a Levi bajo las sábanas. ― ¿Mejor?

El pelinegro asintió. ―Sí. ―Se apegó más a él. ―Yo... quería saber si...

―Te escucho.

―Hm... ¿Falco e Isabel me odian, ¿verdad? Seguro los gemelos tampoco me quieren, pero ellos no son tan fríos y no me ignoran y... No sé.

Eren se despegó de él y se apoyó en su antebrazo derecho para poder ver mejor a Levi, acarició su mejilla dedicándole una mirada comprensiva. ―Ellos son adolescentes, necesitan paciencia. Pero estoy seguro que pronto cambiarán de parecer.

Entonces afirmas que me odian.

―Sí... Tienes razón. ―Se soltó de Eren y se echó de espaldas al colchón.

―Descuida. ―Se agachó y plantó un casto beso en su frente.

Ah... Mañana volvemos al trabajo. ―Soltó luego de un bostezo. ―Qué rápido se pasaron las vacaciones con la boda y la luna de miel.

Eren asintió, viéndolo ponerse de costado, jamás se cansaría de admirar aquel bello rostro.

―Ya quiero ver a Mikasa, la extraño mucho. ―Abrió sus pequeños ojos grises y le sonrió tan sólo un poco.

Levi recordaba todas las veces que consoló a Eren, fue su mayor apoyo cuando su esposa falleció, aun podía sentir las lágrimas que tuvo que limpiar cada vez que el castaño se derrumbaba, recuerda que llevaban cinco años de conocerse, justamente dos años después de la muerte de Mina.

Recuerda su primer encuentro. Jean el presidente de la empresa donde trabajan ambos, casualmente su mejor amigo y hermano mayor de Levi, los presentó. Era el primer día del pelinegro en la empresa así que parecía algo perdido.

Eren siempre supo que Levi tenía un interés por él. El pelinegro nunca se rindió, se hicieron amigos con el pasar de los meses y lo ayudó a superar muchas cosas. Levi siempre mimándolo, haciéndolo sonreír, entregándole todo de él y a Eren simplemente empezó a gustarle su compañía. Poco después tomó la decisión de darse otra oportunidad con aquel lindo pelinegro, luego de dos años de una formal y respetuosa relación están aquí. Casados y viviendo bajo el mismo techo.

―Te amo, buenas noches, Eren.

―Buenas noches, Levi.

Plantó un beso en sus labios y apagó la luz, mirando el techo, escuchando las suaves respiraciones de su esposo a su lado.

Levi era perfecto.

Levi le entregaba todo de él, aunque no tenga fuerzas o ánimos.

Levi siempre le daba los mejores besos, los mejores abrazos, las mejores atenciones. 

Pero Eren duda de que él pueda darle tanto como Levi le da.

Cenizas de un amor - Ereri (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora