No es un buen día para Midoriya-kun, pensó Iida desde su asiento mientras discretamente observaba a su amigo del otro lado de la clase.
Parecía aletargado, no había presencia de su usual motivación para responder cualquier pregunta que los profesores hicieran, tampoco había anotado nada, ignoró a Bakugou aunque este le gritara en la cara y espaciaba observando por la ventana.
Su excusa fue que no había podido dormir bien la noche anterior y que realmente estaba esforzándose por no quedarse dormido en mitad de la clase. Le dijo a él y a Todoroki que se quedaría a dormir durante el almuerzo, y con una sonrisa forzada les pidió que no se preocuparan, y, aunque ninguno estaba convencido, no trataron de forzarle. Ambos se la pasaron preocupados el resto del día, especialmente porque Midoriya parecía querer algo de espacio.
Muchas veces, cuando algo no va bien, existe la necesidad de estar solo. Iida lo sabía bien.
Hay muchas cosas que él no sabe acerca de sus amigos, y eso está bien, sabe que es imposible llegar a conocer a una persona del todo, aún por mucho tiempo que compartas con ella. Pero Iida quisiera poder tener palabras que puedan reconfortar a las personas que son importantes para él.
Midoriya es alguien emocional y empático, dispuesto a derramar las lágrimas que alguien más se niega a dejar salir. Pero cuando se trata de sus propios sentimientos... pareciera que Izuku cree que no son tan importantes como los del resto del mundo, como si no valieran nada, siempre poniéndose al último; solo buscando esconderlos, creyendo que no vale la pena preocupar a las personas que lo rodean.
Esa noche, Midoriya no se presentó durante la cena, y Uraraka les dijo que aunque ella intentó llevarle algo a su habitación, él se negó de inmediato y le dijo que realmente no tenía hambre. Iida decidió dirigirse a su habitación después de terminar de comer, no sabía cómo, pero trataría de que hablara con él. No importaba si Midoriya no quería contarle que pasaba, iba a asegurarse de que entendiera que sus sentimientos y cualquier cosa que le pasara eran muy importantes para él, y para el resto de sus amigos, y que todos iban a brindarle cuanto apoyo necesitara.
Cuando iba a cruzar la esquina que lo llevaría a su pieza, el delegado pudo escuchar voces en el pasillo. Iida asomó su cabeza por la esquina, y sin sorprenderse, notó que Shoto le había ganado en su idea.
Desde su posición, nuestro investigador no podía escuchar que era lo que hablaban, pero podía observar muy bien el rostro de Midoriya, que lucía cansado y desanimado. Entonces, pudo ver cómo algo que Todoroki dijo pareció ser suficiente para que su fingida indiferencia se desarmara y rápidamente sus ojos se aguaron y las lágrimas empezaron a rodar por sus pecosas mejillas. Y Todoroki... él no dudó ni un segundo antes de atraerlo hacia él y envolverlo en un abrazo.
<<8. ESTÁN CÓMODOS SIENDO AUTÉNTICOS: Finalmente, es común tener una gama de máscaras que usas en diferentes situaciones para seguir adelante o encajar. Sin embargo, una de las cosas más satisfactorias acerca de estar con un alma gemela, es que no hay necesidad de ningún pretexto. Más bien, automáticamente se comportan completamente como son, y se siente como si estuvieran mostrando su verdadero ser. Ser genuino de esta manera te abre a las formas más profundas de intimidad, y es frecuente que en tu primera reunión te des cuenta de que este increíble potencial está ahí.>>
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"Almas gemelas" por Iida Tenya {TodoIzu}
FanfictionComentarios finales: "A decir verdad, nunca creí en nada que mis ojos no pudieran ver, en nada que la ciencia no pudiese explicar. Sin embargo, y como un testigo en primera fila de este mítico fenómeno, solo me bastó ver cómo ellos se complementaba...