Moira mantenía un gruñido bajo puesto a que su padre estaba rodeado por cuatro alfas que servían de guardaespaldas, mantenía a Elise sujeta con firmeza, sus garras extrayéndose de sus manos, la pelirroja lo ignoró en consciencia de que era la naturaleza de su compañera. La morena era la más dominante de las alfas femeninas o los masculinos en la familia Hunt, llegándole al fallecido abuelo Hunt, que había muerto hace mucho tiempo en un enfrentamiento con otro por la posesión de las tierras que mantenían. En el mundo no era raro proteger los territorios, más cuando eras un ser lejos de un humano normal. El cabecilla de la familia Hunt se levantó en toda su altura, iracundo por los olores mezclados, su hija que debía aparearse con la pareja que él le había dispuesto, había ido en contra de su voluntad y tomó a la niña por el cual él había luchado por alejar. Mantenía sus ojos en Elise, para que la pelirroja no buscara a su hija, más Moira la había buscado y encontrado por su cuenta, mordiéndola. Los padres de la joven habían muerto, él había absorbido todo en una trampa tomando todo lo que debía ser de Elise y falsamente la adoptó como una hija, ya no necesitaba que Moira la desposara para conseguir lo que deseaba. Con Ebba podría expandir el territorio y su poder, ser alfa sobre los alfas de su país. Magnus había sido un niño decepcionante, no únicamente por ser Omega, sino por escoger una pareja igualmente poco conveniente. Lo ignoró por poner prioridad a su hija mayor.
— ¿Qué significa esto, Moira?
—Significa que llevé acabo algo que estaba destinado a suceder tarde o temprano, padre, y lo sabes. No será hoy o mañana, pero, eventualmente, Elise tendrá a mis hijos. Ella será líder después de mí en esta familia.
— ¡Jamás! —Golpeó la mesa consiguiendo crispar a Elise que no podía evitar sentir temor por la cantidad de energía que había a su alrededor. No obstante, trató de mantenerse firme y apretó la mano de su compañera con más fuerza. —Todavía no eres líder y ella no es digna.
— ¡¿Por qué no la quieres?! ¡Ya estábamos prometidas! ¡¿Qué tiene ella de malo?! ¡La amo! ¡Sabes que siempre fue así!
—Su madre era beta.
— ¡¿Qué?! —Jadeó al escucharlo. —No puede ser, ella es omega. ¡Ella me siente! ¡Ella también es como nosotros!
—Su padre ocultó el origen de su madre y no pienso que esa hibrida me dé un nieto débil. ¡Tú eres alfa entre alfas! ¡No acepto un nieto menos de lo que eres tú! ¡No arriesgaré la reputación de la familia o mancharé el linaje con un heredero débil!
—Fue por eso todo el tiempo, no era porque yo casi muriera protegiéndola, te aprovechaste de eso para romper nuestro compromiso.
—La unión es muy reciente, podremos romperla si actuamos rápidamente.
— ¡¿Qué?! ¡No! —Gruñó y ladró al ver a los guardaespaldas acercarse, por un instante ellos retrocedieron un paso, pero siguieron por las ordenes de su amo.
—Tomen a la chiquilla y a Moira, les daremos inyecciones de hormonas para cortar el lazo.
— ¡No lo permitiré jamás! —Gritó y extrajo garras y dientes, apartando a Elise tras de ella. Miró a ambos lados teniendo a dos a su izquierda y dos a su derecha. Necesitaba alejarlos de Elise. —Corre y sal de la casa, yo te seguiré después. Escóndete que yo te encontraré.
— ¡No te dejaré!
—Obedéceme, Elise. —Dijo con voz temblorosa. —No quiero perderte tampoco... Tengo miedo también... Vete, por favor, no permitas que te atrapen.
—Yo... lo intentaré... —Prometió al borde de las lágrimas. —Encuéntrame... Llega a mí con todas tus fuerzas... Te amo.
—También te amo. ¡Vete ahora! —Ladró empujándola fuera de la habitación encerrándose con los 5 hombres.
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Tomando posesión de ti
Manusia SerigalaElise es independiente, respondona y determinada, una característica poco común en los omega, lo único que lo conserva es la necesidad por su compañera alfa. Cuando un peligroso acontecimiento pone la vida de Moira, su prometida, en peligro, es roto...