CAPITULO 2

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KARA'S POV

El día más esperado por mi llegó... ya me encontraba frente a la hermosa e imponente estructura... las lágrimas acudieron a mis ojos al no poder contener la emoción, quería salir corriendo y recorrer todo... tocar, respirar, sentir...

Mi jefe me habló de las condiciones para la restauración, aceptó a regañadientes que hiciera eso sola, pero la heredera no podía enterarse de ello, a mi no me interesaba nada más...

El cuidador del lugar se presentó, y prometió no molestarme, agradecí el gesto... mi jefe se marchó y yo me adentré en el palacio, era el primer lugar que deseaba pisar

El suelo estaba tapizado con un material parecido al terciopelo, en sus tiempos mozos debió ser Vinotinto, ahora era un tono raro... sin vida, algunas partes faltaban... miré las paredes, todas cubiertas con mármol blanco, bueno... ahora era grisáceo... recorrí de palmo a palmo el recibidor, decoraciones en cedro y sauce decolorados, el olor a polvo me hacía estornudar de vez en vez, pero eso no me desanimó...

Recorrí cada pasillo de la primera planta, el salón de té, el área de juegos, el comedor, la cocina, el salón de fiestas... la pista de baile era inmensa, y al igual que en la parte exterior de la ciudadela, aquí adentro también había pilares de mármol puro... no imaginaba cuanta era la riqueza de la familia Mathews, y tampoco la riqueza de la actual heredera.

- los candelabros – miré hacia arriba, debía bajarlos para poder pulirlos... con cada detalle me emocionaba más y más, las estatuas en las esquinas...

Volví a las escaleras, ahora debía subir, el mismo tapete las tapizaba, me aferré al pasamanos y subí lentamente, tratando de imaginar a alguna persona haciendo lo mismo que yo... hace tanto tiempo...

La segunda planta estaba repleta de puertas, entré a cada una de las habitaciones... camas con postes robustos tallados a mano, otros cuartos vacíos, pero el que más me llamó la atención, era el cuarto que estaba al final del pasillo, tenía puertas dobles con picaporte de plata, cuando entré, no pude evitar abrir la boca, aquel recinto era gigantesco, me acerqué al tocador y abrí los cajones, collares en piedras preciosas, cepillos, perfumes, el espejo opaco y polvoriento... asumí que esta era la habitación de la Duquesa.

Me acerqué al closet, estaba repleto de vestidos, toqué la tela en partes suave y en partes áspera por las telarañas, en el suelo del armatoste reposaban los zapatos.

- comodidades dignas de una reina – susurré a la nada.

Terminé mi recorrido pasadas las 2 de la mañana, volvería nuevamente temprano con una cinta métrica para calcular las medidas del material que necesitaba...

A las 7 de la mañana ya estaba conduciendo rumbo al palacio, tomaría las medidas y luego iría a los anexos, no había tenido tiempo por falta de luz, esta vez me aseguré de traer una linterna

Terminé de tomar medidas y escribir arreglos de la primera planta a las 3 de la tarde, sabía que no podía continuar con la segunda planta, así que decidí salir para visitar las áreas circundantes, entré a la torre oeste, era muchísimas escaleras, pero las subí todas, llegando a la única puerta, según el mapa, este era el almacén...

Entré al recinto, todo estaba cubierto con sábanas polvorientas y carcomidas por las polillas, la curiosidad me picó, y comencé a retirar los telares para apreciarlo todo, retrocedí en cuanto retiré la sábana que cubría la pared

- es... bellísima... - quedé embelesada por la belleza que estaba allí plasmada, una mujer de piel blanca, ojos ¿verdes? ¿azules?, no tenía certeza del tono, labios rojos, cabello negro peinado de manera pomposa y decorado con una corona de oro, un rostro bien armónico y que denotaba tristeza, toqué mi pecho al sentir una pizca de dolor... quería poder verla sonreír... continué con mi escrutinio, ella había sido retratada con un vestido rojo, y un collar de plata con rubíes – en verdad eras hermosa... - no pude apartar mi vista de ella durante un buen rato

WHITE BIRDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora