CAPITUO 3

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AÑO 1609

LENA'S POV

La fiesta había sido un completo desastre, lo que más odiaba de estos eventos era precisamente el fin para el cual eran hechos... socializar... ver aquellas máscaras sonrientes fragmentadas me producían un profundo asco

- ¿Qué habéis hecho? – mi esposo entró furioso a la habitación

- no he hecho nada – abrí el abanico frente a mi rostro

- ¿nada? ¡habéis hablado como una noble de baja categoría! –

- solo dije unas cuantas verdades... ¿por qué os incomoda? –

- ¡nos habéis dejado en ridículo! – me quedé callada escuchando sus gritos, sabía que era inútil llevarle la contraria

En cuanto salió de la habitación, cerró con un portazo, salté en mi sitio como reflejo, ya estando sola saqué una hoja y mi pluma para escribir... desahogué toda mi rabia y frustración en aquel trozo de papiro.

Lo doblé al terminar, y no tuve que esperar mucho para que las sirvientas trajeran el agua caliente para mi ducha... los otros nobles me consideraban extraña porque me aseaba todos los días, y Mike achacaba a mi higiene la incapacidad de procrear.

- madame... - llamó una de las sirvientas - ¿desea aromatizar vuestra tina con aceite de rosas? –

- no, solo ponedle leche, gracias –

Me sumergí en el agua y cerré los ojos para relajarme, estos momentos eran adecuados para desconectarme de la realidad que me rodeaba...

Salí y fui envuelta por mi bata de seda, ellas se encargaron de secar y cepillar mi cabello, noté que aquel papel ya no estaba sobre la mesa y me llené de pánico ¿Quién lo había tomado?, si eso llegaba a manos de Mike o cualquier otro noble entonces estaría en problemas ¿Qué debía hacer?

- mi señora... ¿os ocurre algo? –

- no... no es nada –

Me acosté a dormir muy intranquila, mi mente no dejaba de atormentarme sobre la suerte de aquel trozo de papel, toda la noche estuve dando vueltas en la cama...

Desperté cuando el sol iluminaba por completo la habitación, la puerta estaba abierta de par en par... me sentí molesta por tal descuido.

Me levanté de la cama y me encaminé hasta el tocador, notando que ese papel estaba ahí, lo tomé con mis manos temblorosas y lo abrí para constatar que realmente fuera el desaparecido, fruncí el ceño al notar la caligrafía poco prolija debajo de mi escrito, la tinta no era normal y su redacción era desordenada y con modismos muy maleducados...

Releí aquel párrafo muchas veces, aquel hombre maleducado sabía perfectamente que decir, aunque era impropio al tratar a una dama, hablándome con tanta intimidad... como si yo fuera parte de su familia, o incluso su amante... pero... ¿Quién era?, necesitaba saber quien había violado mi intimidad de esa manera, necesitaba contactar con aquella persona para silenciarla, porque yo tenía una imagen que cuidar, y estaba dispuesta a pagar cualquier precio

Agarré otra hoja y escribí una simple pregunta en ella, la doblé y la dejé en el mismo lugar, aquel hombre tendría que responderme...

Las sirvientas se sorprendieron de verme despierta, se disculparon por no haber llegado antes y se dispusieron a vestirme

- ¿Quién tuvo la osadía de dejar mi puerta abierta? – pregunté, ellas se miraron desconcertadas

- mi señora, me temo que eso no pudo ser, nosotras cerramos las puertas cuando nos retiramos de vuestra recámara –

WHITE BIRDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora