WHITE BIRD

CAPITULO 11

KARA'S POV

El día domingo llegó rápidamente, me aseé y perfumé para ir por la joven florista, no sin antes dejar el respectivo regalo para la Duquesa

- nos vemos luego – salí de su habitación, cerrando la puerta

Conduje tranquilamente hasta la ciudad, escuchando un solo de bandolín... llegué a la dirección que me había dicho y opté por tocar el timbre

- hola... - sonreí en cuanto abrió la puerta

- hola Imra– respondí

- si has venido –

- ¡por supuesto!... ¿nos vamos? – pregunté

- claro – ella cerró la puerta y caminó por delante

Una vez en el auto, nos dirigimos a la cafetería, ella se veía muy linda con su vestido veraniego

- ¿Qué deseas beber? – pregunté en cuanto llegamos a la cafetería

- me gustaría una copa de helado – noté que se ruborizaba

- está bien... - sonreí

- ¿no te parece infantil? –

- no, el helado es delicioso –

- menos mal... -

Ambas pedimos helado, y mientras los preparaban noté que ella abría la boca en repetidas ocasiones...

- ¿pasa algo? –

- bueno... si... -

- cuéntame –

- ti... ¿tienes novia? – enarqué mis cejas, no imaginaba que me preguntara tal cosa

- no – respondí - ¿por qué la pregunta? –

- bueno... es que... como has comprado tantas flores bonitas, pensé que tenías una novia... una novia muy afortunada –

- no tengo una novia... -

- ¿por qué?... digo, eres muy hermosa y atenta –

- mi trabajo me lo impide – suspiré – paso mucho tiempo en lugares recónditos, así que las mujeres con las que he salido eventualmente me dejaron... dijeron que era una adicta al trabajo – sacudí mis hombros – estoy casada con mi trabajo –

- oh... - bajó la mirada – eso es una pena –

- ¿y tú? ¿tienes pareja? – pregunté

- no... la ciudad es muy pequeña y... nadie había captado mi interés... hasta ahora – lo último lo dijo en voz muy baja

- es una pena – respondí – eres una chica muy bella -

- gracias – su sonrisa, todo de ella se me antojaba muy tierno... - y cuéntame... ¿cómo es trabajar restaurando la ciudadela? –

- bueno, es tedioso... es un lugar enorme, pero debo confesarte que siempre fue mi sueño trabajar en ella... no sé... desde niña he vivido encantada con esa arquitectura – suspiré – es como si supiera que era mi destino... no sabría explicártelo –

- ha de ser lindo tener tal motivación –

- ¿te parece? –

- si... con un pensamiento así, supongo que no contemplas esa restauración como trabajo –

- en efecto... para mi es algo muy entretenido – ella me miraba de manera muy atenta – cuando entro a los dominios de la ciudadela, es como si pudiera meterme en la piel de alguien que vivió en esa época, y recorrer las instalaciones imaginando como fue todo de antaño es... como cuando lees un libro... la imaginación es capaz de volar... y yo imagino las historias cuando pongo mis manos en aquellas antigüedades, es una emoción que no podría explicar –