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Al día siguiente de que Sadie y Finn pasarán aquella tarde juntos consiguiendo olvidarse por completo del triángulo amoroso en el que se encontraban las dos amigas de la pelirroja y el recién llegado primo del rizado, ella sabía que debía hacer algo al respecto. En definitiva era su culpa que ambas se ilusionaran con él, acrecentando el problema y causando básicamente un colapso en su grupo interno.
──¿Estás libre en la tarde?──le preguntó la pecosa a su amiga castaña mientras se apoyaba sobre los casilleros, justo a un lado de donde se encontraba──Pensé en que podrías pasarte por casa y que estudiaramos para la evaluación de sociopolítica.
Millie se lo pensó durante varios segundos, ella era estudiosa y solía concentrarse bastante rápido, además hacía tiempo que no se reunía con su amiga, por lo cual terminó diciendo que si.
Sadie le sonrió ampliamente, la realidad era que no tenía pensado estudiar hoy pero no estaba en sus planes mencionarlo a Millie que fuera a su casa específicamente para que intentara solucionar el altercado con Peyton. Evidentemente acabó recurriendo a la mentira, dado que su relación con Finn se basaba en mentiras y engaños, no veía porqué no podría utilizar eso mismo para el buen de sus amigas.
──Perfecto, te veo en casa a las seis──exclamó para luego alejarse sin darle la posibilidad a la castaña de objetar.
Millie terminó de guardar los cuadernos en su casillero y apenas lo cerró, al voltearse, divisó a cierto castaño al final del pasillo. Ella le sonrió y agitó su mano con nerviosismo, él le devolvió la sonrisa junto con un guiño de ojo, logrando así ruborizarla. La intensidad del ambiente cesó en cuanto Finn apareció y tomó del brazo a su primo para caminar fuera del Instituto.
──¿Estás listo?──le preguntó el rizado mientras colgaba la mochila sobre su espalda.
──No lo sé, ¿tú estas listo para ver a Noah en acción?──inquirió siguiendole el paso.
──Preferiría ir con los ojos vendados──afirmó Finn rodando los ojos──Y si por acción te refieres a manejar mi auto a una velocidad de 20, déjame decirte que comienzo a aburrirme.
──No es mi culpa que ustedes manejen del lado izquierdo, son raros──se excusó elevando ambas manos──Además debes contarme todo sobre tu cita con Sadie, ayer volviste tarde, no creas que no te escuche.
──No creo que siete de la tarde sea un horario pretencioso──frunció el ceño el pecoso.
──Lo es si tuvieron sexo.
──¿Quién tuvo sexo?──inquirió Jacob uniéndose a la conversación y apareciendose de la nada.
