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El dia de la entrega del trabajo habia llegado, por lo que se daba a entender que se hacia presente el fin de semana, Finn guardó sus cosas en cuanto terminó la clase y se dirigió a su casillero encontrandose con Wyatt y Jacob, quienes charlaban sobre el equipo de Lacrosse. Realmente, Jacob hablaba de tecnicas, fuerza y disciplina, mientras que Wyatt sólo asentía y le tocaba el brazo.
──¿Quieren que vayamos a un bar esta noche?──les preguntó el rizado en un tono animado──Si quieren luego pueden venir a dormir a mi casa.
Wyatt y Jacob intercambiaron una mirada que no habría significado nada para el rizado pero si para cualquier otra persona que los viera, en cuanto Finn iba a preguntar, Jacob se le adelantó.
──Yo no puedo hoy, debo ayudar a Tanner con algunas cuentas de la renta y llevar el auto de papá al mecánico, pero si hago a tiempo les aviso──informó el pelirubio haciendo una mueca.
──De acuerdo──respondió el pecoso y se giró hacía Wyatt──¿Qué me dices tú? No aceptó que me cambies por Aidan.
──Los abdominales de Aidan son perfectos pero supongo que un día con Finn Wolfhard no está tan mal──rió el ojimiel encogiendose de hombros.
Wyatt y Finn se despidieron de Jacob y decidieron hacer una pequeña parada en una heladería que había cerca del Instituto. Ambos se dieron el tiempo de charlar sobre varios temas ya que no compartían muchas clases, excepto por Economía.
──Menos mal que ya hemos terminado el trabajo──se quejó el rizado mientras devoraba su helado de chocolate──Tengo que quedar una vez más con Cameron y juró que afilaria los lápices para lanzarselos a los ojos.
Wyatt se tomó a broma el comentario y soltó una risa, aunque obviamente el rizado no tenía pensado lanzarle lápices a los ojos a su compañero, era verdad que no lo soportaba en lo absoluto. En seguida, el ojimiel arrugó su nariz y su mirada se perdió por completo, era obvio que de encontraba pensando en algo que no se animaba del todo a decir.
──¿Sucede algo?──indago el pecoso.
──Es sólo que.. ¿Tú sabes que yo soy el rey del sexo, verdad?──soltó sin pensarlo haciendo que Finn riera y asintiera──Pues Aidan no piensa lo mismo──comenzó a quejarse y a explicar movimiendo sus brazos.
──¿Cómo lo sabes? ¿Se lo preguntaste?──se burló el rizado.
──Obviamente no──rodó los ojos mientras jugaba con el vaso del helado que había comprado──El punto es que quiero hacerlo cambiar de opinión pero no quiero comenzar una relación formal con él.
