¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▬▬▬▬▬
Las clases del día se daban por terminadas, y al parecer, los estudiantes se lo habían tomado muy en serio debido a la tormenta que se avecinaba. En cuanto el rizado salió del instituto su mirada se dirigió a la plaza de aparcamiento, notando así que el auto de Sadie ya no se encontraba allí. Rápidamente se acercó a su auto, debido a que Noah había optado por ir a pasar el rato a casa de Wyatt y se lo había dejado.
Al adentrarse en la plaza de aparcamiento notó una figura familiar sentada en el bordillo de la acera, como si se encontrara perdida en sus propios pensamientos, sin atreverse a notar la oscuridad de las nubes. Finn soltó un suspiro y se acercó a ella.
──¿Día difícil?
La castaña se sobresaltó ante el comentario del rizado debido a que no se esperaba para nada la presencia del mismo.
──¿Finn? ¿Qué haces aquí, aún?──inquirió Millie con el ceño fruncido.
──Podría preguntarte lo mismo.. ¿por qué no vas a casa?──se cruzó de brazos observandola, luego dirigió su mirada al cielo──Por sí no lo has notado el día no se encuentra de lo más pintoresco.
──Sólo quería tener un momento para.. pensar──vaciló formando una mueca con su labio──De todas formas el autobús pasará en media hora.
──Pues no vas a esperar nada, para luego terminar empapada──el rizado le extendió su mano tomandola por sorpresa──Yo te alcanzo.
──¿De verdad no es una molestia?──al instante en el cual formuló la pregunta Finn negó con la cabeza y ella tomó su mano──Gracias.
Ambos se adentraron en el auto, Finn del lado del conductor y Millie del lado del copiloto, el primero había pensado en poner música, pero notando lo distraída que se encontraba la castaña pensó que quizás era mejor optar por el silencio, permitiendole observar por la ventana como comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia.
──Millie.. ¿está todo bien?──preguntó al detenerse en uno de los semáforos.
──¿Qué? No, digo si──le respondió parpadeando con una rapidez que Finn jamás había visto, por lo cual, enarcó una ceja antes de volver a centrar su vista en el camino.
──En otro momento quizás podríamos fingir que te creo..──comenzó a andar nuevamente──Pero, si quieres puedes contarme por qué te encuentras tan perdida.
──Ni siquiera yo lo sé──musitó encogiendose de hombros──Estoy un poco cansada.
