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Se levantó temprano con la idea de salir a recorrer aquel pueblo que se erguía imponente por las ventanas, el ruido de la gente se le hacía llamativo, sin mencionar que tenía tres días ahí y no había salido más que al patio a ver las nubes.
-Dios que ganas de comer panqueques- desde que había llegado a ese lugar había probado todo tipo de platos delicioso, pero igual extrañaba un poco su tradicional desayuno de panqueques y café, así que no queriendo quedarse con las ganas caminó por los pasillos hasta llegar a la gran cocina.
-Joven doncel, que gusto verlo por acá -
-Joven!-
-Es muy lindo-
-Hola, disculpen la intromisión, pero me preguntaba si podía cocinar algo-
-Qué es lo que quiere, usted solo pida-
-Más bien me refería a si yo puedo cocinar algo-
-¿Usted?-
-Si- puso su mejor cara de niño consentido, logrando así que las mujeres le dieran acceso total a todo en aquella cocina, todas miraba sorprendida como el joven se movía de un lado a otro, mezclando, batiendo, cortando, en minutos, un dulce aroma comenzó a inundar los pasillos del palacio.
-Como se llama este platillo?-
-Panqueques- dijo orgulloso- con fruta- se había esmerado bastante, ya que al estar en un palacio tenía una gran variedad de ingredientes y frutas para decorar su creación.
Cuando Yoongi abrió la puerta de su habitación lo primero que noto fue el peculiar aroma dulce que inundaba el pasillo, de forma casi automática su mente pensó en el rubio, caminó a paso tranquilo hasta llegar a las puertas de la cocina donde entre sirvientes y algunos soldados estaban todos atraídos por el aroma.
-Él los preparó? -
-Si, no solo es guapo, también cocina-
-Sin duda su majestad tiene mucha suerte-
-El joven es realmente perfecto-
-¡Majestad!- gritó un soldado, haciendo que todos mostraran respeto ante su presencia.
-¿Qué ocurre porque están todos aquí?-
-Es, por el joven doncel- respondió una sirvienta.
-¿Qué ocurre con él? -Yoongi se abrió paso entre todos para poder ver, encontrándose con la escena más linda y tierna, un Jimin lleno de harina y mezcla por toda la cara, riendo feliz mientras cortaba unas fresas, parecía un niño, sonrió de forma involuntaria, embelesado con la imagen, tenía aún el recuerdo del beso, fresco en su mente y verlo así sin duda lo hacía querer besarlo otra vez.
-Listo como quedó?-preguntó a las cocineras.
-Se ve muy lindo Joven, podemos probar?- el menor asintió, las mujeres probaron un bocado quedando fascinadas con la mezcla de sabores, era una receta especial creada por su abuela- está delicioso-
-Sabe dulce, pero no es molesto al paladar-
-Y la fruta sin duda le da un toque-todas alaban el platillo del rubio, quien sonreía a sus anchas, orgulloso.
-También, puedo probar?- la voz del mayor resonó entre todos los murmullos de aquella cocina, Jimin miró algo asustado, muchos recuerdos le llegaron de golpe al ver al mayor, en especial aquel donde le comió la boca, misma que parecía llamarlo ahora.
-Majestad- las mujeres mostraron respeto y se apartaron para que este pudiera llegar junto al rubio quien se mordía el labio algo nervioso al ver, al peli negro ahí- me dejas probar? -dijo suave haciendo temblar al menor.
-Si, claro- tomó un tenedor y cuchillo, cortó un pedazo y lo acercó a los labios de Yoongi, todos los presentes miraban la escena con ternura, el joven prometido alimentando a su futuro esposo, con cuidado metió los alimentos en la boca del mayor quien gustoso, degusto el bocado, sin duda era un sabor exótico y único igual que el rubio.
-Delicioso-
Las mejillas del menor se colorearon un poco al ver como el mayor mojaba sus labios con su lengua.
-Le... Le gusto? - el mayor asintió, algo dentro de Jimin salto, que a Yoongi le gustara algo preparado por su mano lo ponía feliz.
-Tan único como tú - de un momento el ambiente se volvió algo íntimo, de a poco todos los demás fueron volviendo a sus labores, hasta las señoras de la cocina salieron un momento para darles privacidad- como dormiste? -
-Muy bien gracias y usted?-
-También- se miraban de forma intensa, ambos sabían lo que querían, Yoongi se acercó un poco más hasta que sus manos se colaron en la cintura ajena mientras el menor las ponía en el fuerte pecho del mayor.
-Ma... Majestad...-
-Lo lamento, pero no puedo evitarlo Jimin...- se acercó hasta que sus labios, tocaron los del rubio, quien sin dudar siquiera respondió el contacto, se dio el lujo de recorrer aquella boca hasta el último rincón, mientras Jimin solo se dejaba hacer, después de tres días se había acostumbrado a los besos del monarca, llegando incluso a disfrutarlos.
- ¿Quiere otro pedazo? - dijo el menor cuando el beso terminó, ambos con una sonrisa boba en los labios, mirándose cómplices.
-Quiero todo lo que quieras darme Jimin- el menor sonrió y se acercó, siendo él quien iniciara el beso esta vez, solo llevaba tres días y ya se sentía perdido por aquel hombre, si sería un largo, largo mes.

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~Desde Otro Tiempo~
Fantasi~Madre Luna Te Lo Pido, Muéstrame El alma De Mi Destino~ Yoongi es un rey que no cree en el amor, ya que su alma destinada jamás apareció, por eso cerró su corazón y solo se dedicó a su pueblo. Jimin es un joven que cree que el amor es lo más bello...