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Capítulo cinco.

"Ahora dónde carajo estoy..."

—¿Qu-Que haces?— tartamudeo confundida ante sus acciones

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—¿Qu-Que haces?— tartamudeo confundida ante sus acciones.

Luffy se dedicó a caminar en dirección de el baño, en dónde no dudó en ingresar y arrebatarle son previo aviso las sábanas a la castaña, quién se cubrió avergonzada.

El pelinegro se encargó de abrir una de las llaves de la ducha, de la cuál no tardó en salir vapor, señales perfecta para saber que estaba caliente. Luffy la volvió a alzar en sus brazos y la ayudó a posarse bajo la llave.

— Ahí..— murmuró el pelinegro abrazándola por detrás e ir deslizando su mano hacia su intimidad, lo cual sorprendió en sobremanera a la castaña.

—Pe-Pero acabamos de terminar...— susurró cubriendose la boca ante el sutil tacto de los dedos de el pelinegro en su intimidad.

—Es que...— musitó en su oído mientras la castaña sentía como la respiración de el pelinegro era un tanto agitada, —Cre-Creo que te ensucie.. 

La castaña parpadeo confundida. ¿Acaso el se refería a...?

Soltó una pequeña risita ante su comentario, haciendo sentir al pelinegro totalmente avergonzado, el cuál sintió sus mejillas ruborizarse.

—Ahora ya no lo haré. — se negó avergonzado haciendo el intento de alejarse de la castaña, quién sujetó la mano derecha con sus muslos, los cuales junto con fuerza.

—Eres muy amable...— susurró la castaña hechando levemente su cabeza hacia atrás y girandose en dirección al pelinegro, quién mantenía su cabeza apoyada en su hombro, —Eso me gusta.

—¿Ah? Pero si tú-

La castaña besó fugazmente los labios de el pelinegro, dejandolo inconforme.

Luffy inconscientemente le dedicó una mirada rencorosa, casi como si le hubiesen arrebatado su carne de las manos.

—¿Qué? — Inquirio sabiendo lo que quería el pelinegro, —¿Quieres que lo haga más duradero?

Luffy asintió.

—Bien, pero a cambio quiero que metas tus dedos aquí...— añadió pícara.

El pelinegro tragó saliva antes de mover con la palma de su mano los muslos de la castaña lo suficiente como abrirse paso en sus dedos, los cuales estaban a segundos de llevárselo a su boca pero se detuvo un tanto pensativo.

—Oye...— musitó repentinamente alejándose de la castaña a quién sujetó de ambos hombros y le obligó a voltearse hacia el.

Sus pupilas de dilataron ante el rostro avergonzado de la castaña, quién cubría sus senos e intimidad con una de sus manos. Algo que realmente nunca había hecho, era dejar a un hombre observarla detenidamente su cuerpo desnudo.

"La Isla De La Seducción" |Monkey D Luffy x Lectora| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora