The Ballad of the Moon ☾ COMPLETA ☽

El día oscuro pt I

Selene fue a la presencia de los guardias de la ensoñación y juntos la llevaron hacia el palacio del Sueño.

-Ha llegado madame.-dijo uno cuya apariencia era similar a un duende, pero de alta estatura.

-Gracias.

Ambos guardias asintieron al dejarla frente a la puerta del que había sido su hogar durante un tiempo, se sentía incomoda, pero aún así paso las puertas con propiedad para juntarse con el dueño de sus desdichas.

-¡Madame ha llegado!-dijo Lucien apenas la vio.

-Lucien.-dijo abrazándolo.-te extrañé, los extrañé.-dijo melancólica.

Mervyn, Matthew y Nuala no tardaron en unirse, sintiéndose así un poco mejor con tal bienvenida.

-Nosotros a usted, madame.-dijo Lucien.

Matthew grazno y se puso en su hombro refregando sus plumas con su cara.

-También te extrañé.-dijo cerrando un ojo por el contacto.

-¿Sabe quien también la extraño?-dijo Matthew.-El jefe, casi todos los días se la pasaba llorando por usted, pero no diga que el ave le dijo.

-¡Matthew!-dijeron los habitantes del sueño.

-No le haga caso.-dijo Nuala que había vuelto a ser bella, le habían devuelto la magia de Faerie y usaba el tocado que Selene le había regalado.

-Nuala te vez hermosa.-dijo Selene.-El tocado te queda muy bien, niña.-dijo pasándole una mano por su cabello.

-G-gracias, señorita.-dijo agarrándose las manos tímida.

-¿Y tu Mervyn?-dijo viendo a la calabaza.-¿No me vas a saludar?

-Eh... yo...-dijo viendo a los lados con su habitual escoba en la mano.-No soy bueno con eso, guardiana, perdón.-dijo con su tono de voz particular.

Selene lo miró con una media sonrisa y ojos alegres.

-Solo eres igual que Destino, te encanta la atención, pero odias pedirla, ¿no es cierto?-dijo yendo hacia el para darle un abrazo.-¡Mira que bonita calabaza parlanchina!-dijo agarrando las mejillas de Merv con las manos.

Este se separó suavemente riéndose tontitamente. Estaba ruborizado.

-Je, je, je...ya basta, se le extraño, musa.-dijo sincero.

Todos rieron.

Ella los miró para después suspirar.

-¿Quién diría que es un día tan incierto?-dijo con un atisbo de preocupación.

-Así es.-dijo Morfeo saliendo de entre las sombras.

-Ya llego el que faltaba.-dijo Matthew.- Ahora si pueden darse una bienvenida propiamente.

-¡Matthew!-regañó de nuevo Lucien.

Pero tanto el Oniromante como la guardiana estaban tan enfocados en cada uno que su atrevido comentario paso desapercibido.

-Es mejor que los dejemos solos.-susurro Lucien a todos.

Todos asintieron y salieron de la vista sin que ambos lo notaran.

-Bienvenida, Selene.-dijo cerca de ella.

Selene aún con los sentimientos revueltos logró asentir.

-Gracias.-se limitó a contestar.

Ambos se miraron cuidadosamente.

Morfeo estaba vestido formalmente igual pero que el siempre estaba impecable así que no habría mucha diferencia.

-¿Haz... estado con bien?

-Sí.-dijo la musa bajando la mirada debido a la cercanía.

Este suspiro alejándose un poco.

-Debemos ir al bosque de Hipnos.

Selene asintio y caminaron el uno a la par del otro para fundirse entre los espacios y aparecer en el gran espacio nevado perteneciente al rey de los sueños. Este espacio se encontraba en el mundo de la vigilia y los humanos podían encontrarlo si sabían perderse muy bien.

Todo era de color pálido y cubierto por la nieve y pinos. En lo alto ya estaba la luna mirándolos altiva y bañada en sangre.

Pronto ambos sintieron la energía siniestra que esta emitía y sus contracciones.

Morfeo miró a Selene.

-Todo estará bien.-susurro.

Selene lo miró y solo atino a asentir mirando al astro.

Y de pronto llegándose la hora pactada, la luna tembló y tembló y tan grandes fueron sus espasmos que abrió grietas en la dura nieve de los sueños, y atino a derretirse delante de los ojos de los dioses. De esas gotas salieron estrellas rebeldes y fugases que apenas tocaron el cielo se hacían fuego blanco como Selene había visto en su sueño.

Y de estas mismas salían seres sin cara que eran semejantes a la bruma y cuya energía maligna era grande.

-Somos los males de la humanidad.-hablaban todos al mismo tiempo.-La luna nos pario debido a la maldad absorbida, somos maldad.

Selene saco su espada y Morfeo su rubí.