Día 7 Libre

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William y Sherlock se encontraban peleados pues habían tenido una discusión fuerte después de que el hombre de cabellos oscuros fuera demasiado lejos al intentar seducir a un objetivo.

Todo comenzó hace un par de días cuando Billy les dio el caso del estafador de viudas donde ambos tuvieron que utilizar vestidos, pelucas, maquillaje y zapatos con tacón. El sujeto en cuestión gustaba de robarles sus joyas a las mujeres que habían perdido a sus maridos pues las encontraba un blanco fácil. La agencia Pinkerton recibió varias denuncias acerca de ese asunto y determinaron que la pareja eran los indicados para el trabajo.

-Yo no tengo problema si Sherly no tiene nada que decir al respecto.

-no es la primera vez que me disfrazo de manera femenina, espero hayas escogido la mejor vestimenta. Si vamos a hacer esto Liam debe verse muy bien.

-Por supuesto, ya tengo los atuendos apropiados-dijo Billy cantarinamente.

-¿Esto es una buena idea?- se preguntó William sintiendo que esto no terminaría bien

Después de eso Billy les dijo que tendrían que ir con la modista para que ajustara los vestidos a su talla. Así que fueron hacia el local en el cual trabajaba aquella mujer que era bastante simpática y comprensiva pues era quien hacía los trajes para la agencia. Sherlock quedo asombrado de lo bien que le sentaba el rojo a su pareja y deseo poder hacer una fotografía.

William se encontraba usando un vestido con escote de hombros caídos que estaba hecho de seda color rojo. Le llegaba más abajo de las rodillas y estaba decorado con perlas blancas. Además, que Billy había escogido un collar de encaje blanco con un rubí en el centro.

-Muy hermoso señor William- aplaudió Billy

-Hey es mi pareja – se quejó Sherlock

-Ahora es tu turno señor Ponytail- le dijo mientras señalaba burlonamente un vestido de color azul lleno de holanes

-¿no podía ser otro?- mientras se quejaba, pero aun así fue a colocárselo

-te verás hermosa, Charlotte. Recuerda que eres la viuda de un artista extranjero

-Estoy de acuerdo- dijo William- ¿Por cierto cual es mi identidad para esta misión?

-Tú serás Liliam, la viuda de un marino. Te dejo ese rubí como muestra de su amor eterno

-Perfecto para tentarlo, me parece bien- señalo el rubio.

-La señora Charlotte tendrá unos aretes de zafiro. Será labor de ambos atraerlo para así poder atraparlo

-Te estás divirtiendo con esto ¿no es así?

-Mucho – admitió Billy risueñamente- Quiero hacer una fotografía cuando ambos estén con sus disfraces completos

-si eso te hace feliz, no tengo problema alguno con ello. -dijo William

-¡Yay! La tomaremos en mi departamento pues allí tengo una cámara.

-muy bien.

Entonces Sherlock apareció en su vestido y William quedo impresionado pues nunca había visto a su pareja en un traje similar.

-Eres hermosa, Charlotte- dijo el rubio

-¿Tú también, Liam?- le dijo con reproche.

-jajaja, ustedes si que son un par único. Por eso me agradan.

Después de aquello la modista ajusto los vestidos para que se acomodaran perfectamente al cuerpo de esos dos. Una vez hecho el trabajo pudieron irse con las prendas y su destino fue la casa de Billy donde se vistieron completamente con sus disfraces. Sherlock se colocó una peluca negra que estaba acomodada en un rodete y William una rubia atada en forma de una trenza espiga. También se pusieron zapatos que combinaran con sus vestidos y Billy les ayudo con el maquillaje.

Sherliam Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora