Hay un Chef Yu en la industria del entretenimiento

Capítulo 68 - Tío segundo

El centro de detención estaba tranquilo. Yu Siyang estaba sentado en una silla en la sala de entrevistas, esperando a que los policías de guardia llevaran a Yu Zhongmin a la sala de entrevistas. Detrás de él se encontraban Xue Chengxiu y un abogado que siempre tenía la sonrisa adecuada.

"Señor Xue", dijo Yu Siyang en voz baja, y preguntó: "Recuerdo que una vez que el sospechoso está detenido en el centro de detención, nadie, excepto su abogado, puede venir a verlo". Por no hablar de que es un sospechoso criminal. ¿Cómo iba a tomar la iniciativa de pedir a otros que vinieran a verle?

Xue Chengxiu también bajó la voz y dijo: "Ahora eres abogado".

"¿Eh?" Yu Siyang se sorprendió, "¿Podría ser... documentos falsificados?"

El verdadero abogado a su lado tosió y dijo con una sonrisa: "Señor Yu, hay algunas cosas que no se pueden decir claramente".

Yu Siyang: "..."

Si hubiera sabido que era tan problemático, no habría venido, y además le hizo tomarse un día libre con el director Jin, lo que retrasó el progreso de la película. Definitivamente aumentaría los gastos del equipo. El director Jin ya era muy pobre, y además aumentó la carga financiera del equipo, lo que fue realmente desafortunado.

Además, podía adivinar lo que Yu Zhongmin quería decir, así que en realidad no importaba si lo escuchaba o no.

Yu Siyang había visto el material que le había dado el abogado, y después de varios juicios, Yu Zhongmin y Yu Fang estaban casi a punto de ser sentenciados.

El delito del que fue acusado Yu Zhongmin es apropiación indebida y malversación de fondos, y la cantidad es tan grande que no se puede defender, era simplemente escandaloso, si se le condena, estimó que los dos delitos serán castigados juntos, por lo que será condenado a diez años, y todos sus bienes serán confiscados. Yu Fang sólo era acusada de apropiación indebida, lo que conllevaba una condena más leve que la de Yu Zhongmin.

Yu Fang se entregó a su destino antes que Yu Zhongmin. Ya que su hermano y su familia fueron destruidos por su avaricia en primer lugar, ella debe cargar con las consecuencias ahora. No es que no se arrepienta, pero ahora, el arrepentimiento ya no es útil.

Sin embargo, Yu Zhongmin aún no renunciaba a luchar, porque sentía que no era el principal culpable, y ni siquiera se llevó la mayor parte del dinero. La mayor parte se la llevó Xue Chengji de la capital imperial. ¿Por qué tenía que cargar con las consecuencias y que le confiscaran todos sus bienes? ¿Cómo iban a vivir su esposa y su hijo en el futuro?

Los días en el centro de detención fueron difíciles. Yu Zhongmin, que tenía menos de cincuenta años, era al principio un hombre gordo y con la barriga resbaladiza. Durante este periodo de tiempo en el centro de detención, se estima que perdió 20 jin de peso (10 kg), y su cabello se volvió gris, la piel de su rostro estaba flácida, las bolsas bajo sus ojos se cayeron y sus ojos se enturbiaron.

Siguió al policía de guardia hasta la sala de entrevistas y vio a Yu Siyang sentado allí a través del cristal. Sus ojos turbios se iluminaron de repente. Estaba a punto de precipitarse sin decir nada, pero el policía de turno lo detuvo y dejó que se calmara. Entonces le dejó sentarse.

"Siyang..." Yu Zhongmin levantó el teléfono y llamó temblorosamente a Yu Siyang.

Yu Siyang miró a Yu Zhongmin en silencio durante un momento, luego descolgó el teléfono y se lo puso en la oreja, y dijo: "¿Qué quieres decirme?".

"Siyang, el segundo tío... lo siente..." La expresión de Yu Zhongmin era muy dolorosa, y agarró el teléfono con fuerza con una mano. Sujetando el teléfono, se tiró del cabello con la otra mano, "Lo siento al hermano mayor y a la cuñada, el tío segundo se disculpa con ustedes".