—Que me gustás— confesó, completamente perdido en la profundidad de los ojos esmeralda de Rodrigo, quién lo miraba con diversión. Iván se percató de lo que acababa de decir, poniéndose rojo de inmediato. —Y-Yo... Quiero d-decir... A-sí, eh... M-me gustás... U-un poquito.
Rodrigo rió.
—¿Sólo un poquito?— preguntó, haciendo un adorable puchero que hizo tambalear a la expresión de Iván. "Mierda, es muy tierno... ¿Estaría mal que me lo quiera garchar ahora mismo?", pensó Iván, mordiéndose el labio inferior. —Porque vos a mí me gustas una banda, Ivi...
El menor sale de su ensoñación, mirando sorprendido a Rodrigo.
—¿E-en serio?— Rodrigo asiente, convencido. Iván sonríe, pero entonces, recuerda algo, y su sonrisa se borra. —Pero... ¿Te gusto yo o... Mí pija?
La expresión de Rodrigo pasa de ser sonriente a avergonzada en menos de cinco segundos. Sus mejillas se ponen rojas por completo, el color llegando a sus orejas también.
—Anoche dijiste que estabas enamorado de mí "gran amigo"— relata Iván, haciendo comillas con sus dedos. Rodrigo abre los ojos desmesuradamente.
—¡¿Yo dije eso?!— exclama, completamente abrumado.
—¿No te acordás?— inquiere Iván, frunciendo el ceño.
—¡Claramente no!— grita Rodrigo, cubriéndose la cara con las manos.
—P-Pero... Te acordás de lo que pasó... Entre nosotros...
—Bueno, no es algo que se pueda olvidar con facilidad, ¿sabés? ¡Cogí en la cocina con el chico que he estado persiguiendo desde hace tres semanas! ¿Cómo pretendés que me olvide de eso?
Rodrigo se veía bastante alterado, haciendo preocupar a Iván.
—N-No tenés que sentirte mal, Rodri. No es la primera vez que me decís algo así— intenta consolar Iván, haciéndolo sentir peor.
—Ah, mierda— Rodrigo suspira pesadamente. Se levanta del regazo de Iván y se deja caer a su lado en la cama. —Ya entiendo porqué creés que mis sentimientos no son reales sino que van dirigidos a tu pene...
—Y-Yo no dije eso.
—Lo insinuaste— lo acusa Rodrigo, señalándolo acusadoramente. Iván no responde y Rodrigo suspira nuevamente. —Yo también tengo un problema...
—Filia— interrumpe Iván.
—¿Eh?
—Vos no tenés un problema. Tenés una filia— le hace saber el menor. —No estoy seguro de como se llama, pero la tenés. No podés hacerlo con hombres que tengan el pene chico porque no vas a sentir placer... Porque te gustan los penes grandes.
Rodrigo quiso decir algo, pero... ¿Qué podría decir? Era verdad, pero que se lo dijeran tan directamente le causaba vergüenza. Lo hacía quedar como un goloso y cosas peores.
—N-No creo que sea algo malo...— murmura Buhajeruk, jugando con sus dedos. —Yo tengo varias.
—Pero vos sos un sátiro.
—No es necesario que me lo recordés— Iván rueda los ojos.
—A ver, ¿Cuáles son las tuyas?— inquiere Rodrigo, poniéndose cómodo. Iván lo mira estupefacto.
—¿En serio querés hablar de mis filias? Podemos tardarnos toda la mañana— le hace saber, alzando las cejas.
—No tengo nada que hacer, Ivi— canturrea Rodrigo, recostando su cabeza en el abdomen de Iván. Este suspira, enarcando una ceja.
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𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐈𝐋𝐈𝐀 » rodrivan.
Romance❝Donde diecisiete centímetros no son suficientes ❞ ©thebunnyshiteu