—¡Tenés que estar boludeándome, Rodrigo!— Luciano gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Rodrigo -en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquel inafortunado suceso- debido a la exagerada risa maniaca que no había cesado desde que Rodrigo empezó a relatarle su primera charla con Iván Buhajeruk.
—¡La puta madre, Luciano, dejá de reírte!— exclamó Rodrigo, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo. —Me haces sentir peor.
El menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz. —No creo que eso sea humanamente posible, Rodri— confesó su mejor amigo, apoyando los codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso. —Osea, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablás con una cosa muy inocente como Iván Buhajeruk es: "¿Me dejás chupártela?"— las mejillas de Carrera estaban ahora en un intento tomó carmesí. —Sólo porque te quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-Iván, no tan mini, según lo que me estás contando... No te da derecho a hacer un indecente. Tendrías que haberlo invitado a un café primero.
—¡Luciano, basta!— gritó Rodrigo, tirándose de espaldas en cu cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustación en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Iván Buhajeruk.
Mierda, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir una palabra y Rodrigo, en seguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.
"P-Perdón... Creo que me voy"
Fue lo único que pudo articular el pelinegro, quién se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Rodrigo con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.
—Tengo que disculparme con él— balbuceó Carrera, aún con el rostro enterrado en la almohada.
—¿Mhm?— inquirió su mejor amigo, subiéndose a la cama y quitándole la almohada del rostro. —¿Qué dijiste?
—Que tengo que pedirle perdón. No voy a poder vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo esa errónea impresión de mí, Luci— dramatizó el mayor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros. —¡Lo traumé!
—Sí, eso me quedó muy claro— ironizó su amigo, rodando los ojos. —Pero creeme cuando te digo que Buhajeruk te va a ignorar hasta en los almuerzos. Tiene que estar igual o más avergonzado que vos.
—Por eso vos me vas a ayudar a atraparlo— canturreó Rodrigo, sonriendo exageradamente.
—Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más— analizó Gutiérrez, llevándose los dedos a la barbilla, con una expresión pensativa.
—¡Luciiiii...!— lloriqueó el mayor, fingiendo llorar. —Me tenés que ayudar... Quiero disculparme con Iván... No puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos. Quizá si me disculpó con él podamos ser amigos y me deje... Me deje... La concha de mí madre, se me va a parar si sigo pensando en él.
—¡Ew, Rodrigo, sos asqueroso!— se queja Luciano, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo. —Pero te voy a ayudar solo porque me ayudaste a pedirle una cita a Lucas antes de que seamos novios. Te la debo.
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𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐈𝐋𝐈𝐀 » rodrivan.
Romantizm❝Donde diecisiete centímetros no son suficientes ❞ ©thebunnyshiteu