HERIDAS DEL PASADO

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Luego de nuestra aventura en los L.A, mi relación con Jayden se fortaleció y era un poco raro no vernos juntos. A mis padres, a mi novio y a mi cuñada se les hizo algo extraño, pero igual que Jayden en su momento no hicieron preguntas.

Por otro lado, Azrael y Lucifer, siguieron haciendo sus apariciones en nuestras vidas, algo que era agradable porque salíamos de nuestra rutina, en otras Jayden y yo inventábamos una excusa para estar todo el día fuera de casa y los íbamos a visitar en un santiamén.

Por Uriel supimos que toda la ira de papá recayó sobre Gabriel, el pobre ángel caído no puede volver a poner un pie en la tierra salvo si es acompañado, de resto sus labores fueron repartidas entre nuestros demás hermanos. De nosotros ya no hablan en casa, digamos que somos un caso perdido pero que papá no se rinde con su propósito de hacernos volver a nuestras vidas "celestiales".

Una tarde en la que como muy pocas veces pasaba no tenía nada que hacer: Adam estaba sus padres en un evento de su hermano mayor, Jayden estaba en la biblioteca terminando unos trabajos; aproveche para hacer un viaje a Estambul desde hace cientos de años es mi "bóveda" personal, todos los recuerdos de mis vidas pasadas o bueno lo conservo de ellas, lo guardo allí.

Hacer este viaje de manera "mortal" me tomaría horas y muchas preguntas, por fortuna podía volver a usar mis poderes celestiales para hacerlo en minutos. Llegar hasta ellos fue la parte sencilla, lo difícil tener el coraje de mirarlos porque algunos eran más dolorosos que otros: personas a las que ame, que claramente ya no están en este plano; personas que de una u otra manera marcaron mi vida para bien o para mal.

Estaba realizando este viaje al pasado, cuando mi teléfono me saco de mi pequeño ensoñamiento.

Hermanita de mi vida, ¿dónde estás? – dijo Lucifer en cuanto conteste

En un lugar donde puedo viajar al pasado sin que sea molestada – dije seriamente mientras seguía viendo algunas cosas – ¿que deseas engendro del demonio?

Vine a buscarte para contarte que Cassiel está en la tierra – dijo seriamente – en específico en mi departamento. No está en lo que se dice bien, Miguel esta fuera de control... está tratando de recuperar el orden en casa usando hasta la violencia. Quiere quedar bien frente a papá, cueste lo que cueste.

Lo lamento por Cassiel, Miguel es todo menos un santo, pero sigue al lado de papá como uno de sus más fieles adeptos – dije mientras centraba mi atención en una antigua pintura – pero ¿porque tenías que ir a mi casa a decirme eso? Solo tenías que llamar como ahora...

Miguel vino a la tierra – dijo después de una corta pausa – viene por nosotros según Cassiel, el problema es que no sabemos dónde está, ni por quien ira primero. Somos muchos así que la balanza esta de su lado. Debes cuidarte Jozy, puede que tengas tu esencia intacta pero tu cuerpo es mortal.

Gracias por la advertencia – dije tranquilamente – estaré preparada para su visita por ahora iré a resolver algo antes de volver. Jayden tiene algo mío que lo protegerá si Miguel quiere ir tras él...

Sin esperar respuesta de Lucifer, termine la llamada y guarde todo donde estaba. Necesitaba visitar un lugar más antes de volver a casa. Esta parada me llevaría hasta Nueva Zelanda, aterrice cerca al cementerio principal de la capital, necesitaba caminar un poco primero para no llamar la atención y segundo necesitaba calmar un poco mi mente antes de poder enfrentar lo que venía.

Hola Frederick – dije una vez que llegue a la tumba – creo que han pasado muchos años desde la última vez estuve aquí. Creí que después de haber vivido tantas vidas, poder dejar ir alguien sería fácil pero tu partida sí que me dolió... porque nuestra historia significo tanto en vida, que me aleje con la esperanza que pudieras seguir adelante, que tuvieras la oportunidad de tener una vida normal, una familia y no una llena de secretos, donde cada día había más preguntas que respuestas. No fui capaz de venir a ver que habías hecho con tu vida, porque pensé que no podría soportar el dolor de verte con alguien más o no tendría el valor suficiente para marcharme de nuevo. Luego uno de mis hermanos me contó de tu fallecimiento y eso sí que me destruyo, dure años hundida en mi depresión y el alcohol.

Entre el cielo y la tierraOnde histórias criam vida. Descubra agora