Overlord: La Princesa Dorada

Movimiento III: Todo lo demás excepto Escapar (08)

[41º años de Foresai, Mes del Fuego Medio, Día 1]

Cuatro décadas ya. Cuatro décadas.

Ramposa miró hacia el otro lado de la procesión, contando en silencio a los asistentes. Una vez que confirmó la presencia de Boullope, Lytton y Raeven, perdió interés en contar el resto. La edad había hecho mella en su resistencia física y, lo que es peor, en su paciencia.

¿Qué hay que decir, Iliadan? ¿Cuál ha sido la suma de su gobierno?

Le costó traer algo a la mente. Resistió el impulso de reír, luego resistió el impulso de suspirar. Este fue el cuadragésimo aniversario de su coronación. Esto debería haber requerido una ceremonia mucho más grandiosa, números redondos que exigían reverencia adicional, pero toda la alta nobleza había acordado sin palabras que ninguno tenía el vigor para tal asunto. La suma total del Incidente de la Carne, un Concilio General temprano, la Noche Negra y la Crisis Vampírica paralela y la Exhumación de E-Rantel habían dejado agotadas a la mayoría de las casas en Re-Estize, algo que combinado se conoció como el Largo Verano. Así, el aniversario se llevó a cabo con poca fanfarria; menos una celebración de su gobierno que un reconocimiento reflexivo. En cierto modo, Ramposa estaba agradecido por esto, no teniendo la paciencia para los jubileos de décadas pasadas. Simplemente se sentó en su trono y miró a los asistentes en el pasillo.

Debería haberme casado con ella antes. Mi querida Theiere, cómo te extraño. ¿Qué pensarías hoy? Si hubiéramos atado el vínculo de inmediato, y luego hubiéramos dado a luz a un hijo poco después, podría haber evitado la mitad del desastre en el que se encuentra esta casa; mis hijos en la treintena, fuegos templados y cabezas enfriadas. La casualidad de que ya podría haber cedido el trono, entonces Zanac se escapó para fundar una línea de duques. Si hubiera hecho eso, las semillas de estabilidad que aún no he plantado podrían haber sido un retoño a estas alturas. Supongo que estaría más solo por ello, mis hijos lejos en sus conquistas, mis hijas ya se han casado en total. Incluso el escaso tiempo que tengo con ellos lo agradezco. Me encantaron esos desayunos con Renner... cuando estaban en curso.

Desde la mañana del veintiuno, Renner no había hecho actos en ninguno de sus desayunos privados. Eso, porque apenas parecía estar saliendo de sus cuartos. Había tomado comida tras comida en su salón, solo saliendo para devolver un solo libro a la biblioteca del palacio y recoger flores una vez. Después de cinco días de aislarse, Ramposa había solicitado su asistencia a la cena. Ella había demostrado obedientemente entonces, siendo educada y respetuosa como siempre, pero estaba claro que no tenía ningún deseo de estar allí. No se había molestado en convocarla desde entonces.

Odio verla retirarse a sí misma, pero es comprensible. Todo lo que vio esa noche; todo lo que pasó después. Las acciones de sus hermanos hacia ella. Todavía no puedo creer que Barbro la golpeara, o las palabras de Zanac para el caso. Que estaba cubierta de vitalidad, aunque fuera de su guardaespaldas. Soy un fracaso de un padre, ¿no? No es como si se retirara a sí misma en ese triste día después. Ha habido una serie de eventos que la hicieron retroceder; decenas de errores de mi parte.

Ramposa comenzó una cuenta mucho peor que antes, haciendo todo lo posible para reunir una imagen más completa de la agonía de su hija. Su incapacidad para protegerla se aferró constantemente, su vestido se había manchado de sangre derramada en un combate violento. Fue una acusación contra él y su gobierno. El hecho de que ella estuviera sentada a tres asientos de él, compuesta como siempre, hablaba de su resiliencia.

Hizo todo lo posible, incluso si se quedaba dormida en el césped del palacio. Maids-talk dice que hubo una disputa entre ella y esa Aindra después de que se despertó, solo puedo esperar que eso no sea cierto. Ese desayuno, sé que la preparación para el matrimonio era algo para lo que quería que se preparara, pero me dolió verla menospreciarse a sí misma por ello. Eso, y luego ese otro desayuno con sus hermanos. No entiendo por qué Zanac la azotó con su lengua. Nunca he estado tan enojado con él. Y después de que ella armó un acto de caridad que si él hubiera jugado bien, y odio decir esto, habría sido para su beneficio. No entiendo por qué Barbro estaba siendo tan miserable. ¿No debería saber que las arcas de la corona siempre están abriendo?