2.

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—¡Hey, Eddie! ¿Cómo te fue en el exámen? —preguntó la rubia sentándose junto a él afuera del salón. Aún había alumnos dentro terminando sus exámenes.

—Bien, espero. Gracias a ti. —dijo eso susurrando—. Te preguntaría cómo te fue, pero como tu me prestaste los apuntes a mí, me imagino que lo hiciste muy bien.

La verdad es que le había costado bastante estudiar. La carpeta de Chrissy era tan bonita, su letra era súper prolija, todos los títulos tenían diferentes caligrafías muy lindas. No podía concentrarse por pensar en ella. Se sentía un poco tonto. En ocasiones se giraba a mirar su guitarra que colgaba sobre el espejo de su cuarto y de paso veía su reflejo en él. Veía a un chico en su chaqueta de cuero con sus jeans rotos y una cadena colgando, las manos llenas de grandes anillos... Un metalero típico que en ese momento no podía dejar de suspirar por tener entre sus manos la carpeta de química de la chica que tanto le gustaba. Patético, simplemente patético.

Chrissy río, y como siempre, Eddie no pudo evitar sonrojarse. —Espero que si.

En un momento, la rubia se estiró levemente y suspiró con cansancio.

—¿Todo en orden? —le pregunto él.

—Si es sólo que... —Chrissy se sacó el scrunchie dejando su cabello suelto robándole un suspiro a Eddie—. Estoy agotada la verdad. Tuvimos muchas prácticas con las porristas, y los exámenes y demás... Pero bueno, no hablemos de eso, ¿a ti como te va con tu club?

—Bien, bien... Hace poco entró una nueva integrante. —comentó con orgullo.

—¡Qué bueno! Felicidades. —y ella palmeó su rodilla como la otra vez. Cada interacción, cada contacto que había entre ellos parecía alterar al mayor de tal manera que empezaba a preguntarse si de verdad sería capaz de mantener una amistad con ella sin acabar herido al final.

—No veo la hora de que llegue la graduación. —comentó él sin saber qué más decir.

—¡También yo! Además tengo amigos que se encargan de la decoración del baile, y me adelantaron algo. ¡Será muy bonito! —Eddie sólo asintió sin mostrarse emocionado por el baile y ella lo notó—. Si irás, ¿no?

—Eh... No lo creo. Los bailes no son lo mío. —y empezó a jugar con sus anillos nerviosamente.

—¡Oh, vamos! Supe que la comida también será genial. Además ahí estarán tomando las fotos ¡debemos tomarnos una! —y puso una mano en su hombro sacudiendolo levemente mientras sus labios formaban una gran y sincera sonrisa.

Eddie la miró con extrema confusión y sorpresa—¿Una foto? ¿Conmigo? ¿Quieres una foto conmigo?

Ella lo soltó, cruzó los brazos, y siguió observándolo con sus ojos entrecerrados. —No te creas. No es porque me caigas bien, es porque cuando te hagas famoso, quizás esa foto valga mucho y pueda venderla por bastante dinero. —le respondió Chrissy.

—¿Qué? —rio él.

—Fui con unos amigos y Jason a un bar la otra noche y te vi tocando. Iba a saludarte luego, pero vi que estabas con tus amigos de la banda, y no quise interrumpirte. Admito que no es el tipo de música que yo elegiría escuchar... —rio ella—. Pero tu guitarra sonaba muy bien. ¡Tocas genial!

Una de sus fantasías se había cumplido y él apenas se estaba enterando. Eddie no supo cómo fue que no se desmayó.

—Chrissy... Yo, no sé qué decir. —y sonrió ampliamente al igual que ella.

En eso el timbre sonó y todos los alumnos del aula salieron con caras preocupadas. Todos rogaban por una nota mínima en ese maldito examen. Los pasillos se fueron llenando poco a poco de estudiantes.

—¿Irás a almorzar? —le preguntó el de cabello largo a la rubia.

—Aún no, le dije a Jason que pasara por mí. Además nosotros comemos en el gimnasio. —y rodó los ojos, realmente estaba harta de las prácticas.

—Ah cierto... —musitó Eddie.

No sabía si debería quedarse con ella hasta que el rubio llegara o irse ahora que podía antes de pasar por un momento incómodo. Su corazón sólo quería pasar tanto tiempo como pudiera con ella.

Meditó sobre la situación durante unos cuantos segundos, y en eso el rubio llegó. Lo vieron aproximarse desde la otra punta del pasillo.

—Oh, ahi viene Jason... —Chrissy tomó su mochila—. Se supone que las notas salen la próxima semana, ¿verdad? —Eddie asintió—. Bien, crucemos los dedos— Chrissy hizo la seña—. ¡Nos vemos!

Eddie sólo le sonrió a medias como despedida. Tenía la mirada de Jason fija sobre él. Imbécil.

𝑸𝒖𝒊𝒎𝒊𝒄𝒂 ; EddissyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora