Meeting the In-laws

337 24 5
                                    

— ¿Crees que les agrade?

Jisung observaba el outfit que había decidido usar esa noche, que constaba de una camisa celeste, unos jeans azules y unas zapatillas blancas. Se quitó todos los aritos y piercings que siempre solía usar, además de que volvió a teñirse de su color natural. Se veía bastante presentable, pero aún así tenía algo de miedo de encontrar algún defecto en lo que estaba usando.

Seungmin sonrió con ternura, viendo el pequeño puchero inconsciente que hacía su novio mientras observaba su reflejo. Lo tomó del rostro y acomodó su flequillo con suavidad, para luego dejar un beso en sus labios, disfrutando del rostro sonrojado de Jisung.

— Ellos van a amarte, bebé, no te preocupes.

El mayor sonrió nervioso, no muy convencido. Se acercó nuevamente al espejo para observar el leve maquillaje que se puso encima, dando un par de retoques y colocándose algo de brillo labial. Inhaló profundamente y luego exhaló, mirando otra vez a su novio y extendiendo su mano hacia él, quien la tomó sin mucho problema.

— Vamos antes de que se nos haga tarde, Minnie, no quiero que piensen que soy impuntual.

El menor soltó una risita, sintiendo la penetrante mirada de su novio puesta en él, sin embargo, no dijo nada y sólo lo jaló hasta la puerta de su habitación. Salieron algo apurados de la casa, en dirección al auto del mayor, quien había empezado a sudar de repente por los nervios.

— Tranquilo, no te van a morder ¿si?

Asintió, abriéndole la puerta para que entrara. Luego la cerró e hizo lo mismo, sentándose en el asiento del conductor y encendiendo el vehículo, yendo a la casa de Seungmin. Colocó algo de música para aligerar el ambiente, escuchando como su novio se ponía a cantar a todo pulmón, invitándolo a hacer lo mismo.

El camino hacia la casa de los Kim fue bastante agradable, simplemente cantando y riendo de sus propias tonterías, ambos felices de tenerse. Y es que ninguno podía mantenerse callado por tanto tiempo cuando estaban juntos, alguno de los dos empezando a molestar y el otro siguiéndole el juego. Todos sus amigos se quejaban de que eran una pareja terrible, pero ellos se enorgullecían de tener aquel título.

Al final los minutos pasaron volando y, sin darse cuenta, Jisung ya estaba estacionando su auto al costado de la casa de los Kim. Borró su sonrisa y se quedó en silencio, Seungmin notando como su novio temblaba y apretaba con fuerza el volante, aunque el auto estuviera apagado. Colocó su mano sobre las contrarias, brindándole una sonrisa comprensiva, tratando de darle algo más de confianza. Jisung tragó duro mientras lo miraba a los ojos.

Desde que se hicieron novios, Seungmin quería que Jisung y sus padres se conocieran, pues el menor era un niño mimado en la familia y no quería ocultar su relación a su gente. Sin embargo, tampoco había querido forzar el encuentro, ya que el mayor era una persona muy tímida y reservada, además de que los adultos no siempre lo querían. Sin ir más lejos, sus propios padres lo señalaban por cada una de las decisiones que tomaba, ya sea por sus piercings, su ropa, su cabello, su carrera, su orientación; no había nada que les pareciera bien. Seungmin sabía que sus padres jamás juzgarían a su novio, fuese quien fuese, pero iba a esperar lo que fuera necesario hasta que Jisung estuviera listo.

Y al fin, luego de unos siete meses de relación, el mayor parecía preparado para ir a conocer a sus suegros. Se sentía emocionado por ello, por lo que se lo contó a sus padres tan pronto como lo supo y procuró que aquella noche fuese inolvidable para todos.

Sin embargo, tampoco pensaba obligar a su pareja.

— Amor, mira, mis padres no te dirán nada ni te juzgarán por nada de lo que hagas o digas ¿si? Pero tampoco quiero que los conozcas porque te sentís presionado. Lo que importa es que vos estés cómodo, así que, si querés podemos posponer la cena.

SeungSung StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora