ʙᴀʙʏ ᴛʜᴏᴜɢʜᴛs| ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘ

- 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞 -

Jennie se encontraba recostada de panza abajo sobre la suave cama de su habitación, Minjeong imitaba su posición estando a su lado, mordiendo el pico del pollito de peluche que le había regalado Chaeyoung, era su juguete favorito, ambas observaban la pantalla del teléfono de Rosé, quién en ese momento estaba tomando un largo baño según ella, aprovechaban para mirar las fotos que se habían tomado durante un breve paseo que tuvieron por el parque hace unos escasos días.

Sus codos estaban apoyados en la cama mientras ella pasaba el dedo por la pantalla del teléfono de su esposa, sonriendo por la cantidad de fotos que habían logrado sacar, Minjeong miraba atenta, curioseando, sabiendo que se trataba de ellas allí en la pantalla.

Una foto de Rosé haciendo una mueca algo tonta apareció, llamando la atención de la bebé.

—Ma —señaló a la alfa.

"Mira que tonta, me encanta"

—Asi es, bebé —contestó la omega, pasando las demás fotos, ya se habían acabado las de ese paseo en especifico pero siguió mirando las fotos que allí habían. Algunas selfies de su esposa, fotos de ella y una gran cantidad de fotos de Minjeong.

Mientras pasaba las fotos reconocía la gran mayoría, le gustaba bastante mirarlas y recordar lo que estaban haciendo ese día, aunque no podía recordar todas con exactitud, todo comenzaba a volverse más tierno cuando empezaron una gran cantidad de fotos de Minjeong aun más pequeña y vestida con diferentes trajecitos de temas variados.

—Mira, eres tú —le dijo a la pequeña que estaba concentrado en morder su juguete preferido. En la foto se mostraba una Minjeong de cinco meses vestida con un adorable traje de osito, estaban en época de invierno en esos días. La pequeña frunció su naricita en un gracioso gesto como queriendo decir "¿en serio?" Lo cual hizo a su mamá sonreír.

"Te encantaba hacerme ver ridícula ¿verdad?"

La omega besó su frente ante la ternura que le provocó su adorable gesto.

— Debes dejar de hacer eso, mamá se derrite cada vez que eres así de adorable.

"Pero si ese es mi trabajo mami, amo que me ames"

Continuó mirando, sorprendida por la cantidad de fotos que tenía Roseanne, que además no había visto. Un poco más lejos se encontraba un video, era Minjeong con días de nacido, mientras ambas le hablaban de manera dulce y ella las buscaba con su miradita de ojitos oscuros, reconociendo sus voces.

—Aww, parecías a una gatita calva esos días —señaló mirando el corto video, donde su hija movía sus manitos y piecitos torpemente, típicos movimientos de bebé.— Ahora eres linda, pero antes eras como una papa arrugada.

"¿Gracias?"

—Bebé —señaló la pequeña al video que acababa de terminar, Jennie volvió a sonreír al escucharla hablar, estaba orgullosa de que su hija fuera una niña bastante inteligente, aprendía bastente rápido.

—Si un bebé, mi bebé —le respondió dulcemente, y esta vez fue la pequeña que le contestó con una risita que se escuchaba realmente tierna.

"Y de mamá... uhm y de Chae"

Poco después se encontró con una foto el día del parto, en ella salía Roseanne tomando su mano y su madre a un lado, la madre de la alfa al otro lado, todos parecían muy felices, pero ella tenía una mueca que intentaba simular una sonrisa, recordó lo horrible que la pasó ese día, llorando en innumerables veces, sentándose en gigantes pelotas de yoga que según la harían relajarse pero ella estaba histérica en medio de todo ese horrible dolor, sentía que podía odiar demasiado a Rosé por haberla embarazado, no importaba que tan esperado fuera su cachorrita, en aquellos minutos de verdad estaba pensando no embarazarse nunca más.

—Ugh, me veía tan hinchada —hizo zoom a su cara notando sus ojos rojos e hinchados, igual que su nariz y labios— Ese día fue horrible, doliste demasiado ¿sabes? Pensé que no iba a sobrevivir.

"Pero valí la pena ¿no es así?"

Minjeong solamente balbuceó feliz, pero más por el tono de la voz de su mamá al exagerar las cosas, le daba gracia.

—Ahora te ríes, pero yo estaba muriendo ese día.

Había fotos de su último mes de embarazo, su barriga no era gigante pero a ella le parecía bastante bonita, en fotos resultaba fabulosa, pero la realidad detrás de todo eso era un terrible dolor de espalda. Sin embargo no había dudas, le gustaba recordar lo felices que estaban cuando aun esperaban la llegada de su pequeña al mundo. Minjeong estaba impactada, la de la foto parecía ser su mamá, pero algo estaba extraña, no sabía detectar que era. Perturbada, fue ella mismo que pasó la foto con su dedito lleno de baba.

"Es como la panza de Jisoo..."

Se sorprendía que Rosé tuviera todo documentado, había fotos de ambas frente al espejo que ni siquiera recordaba, llegó a la última foto del álbum titulado "familia" esta era una foto de la prueba de embarazo, la que habían mandado a todos sus familiares y amigos con tanta felicidad, recordaba muy bien como todos los llenaron de felicitaciones y regalos cuando estaban en la dulce espera de su cachorra, por un momento quería revivir aquél mar de emociones.

—¿Que hacen? —una Roseanne en ropa interior apareció por la puerta de la habitación, con su cabello mojado y una toalla colgando de su hombro.

—No sabía que tenías tantas fotos —volteó su teléfono mostrandole la última foto que había quedado en pantalla.

—Bueno, me gusta atesorar lo que creo importante —mencionó acercándose a la cama y sin previo aviso se lanzó a abrazarla besando sobre sus suaves cabellos.

"¿y esta falta de respeto?"

—Hey, no me abraces estando desnuda frente a nuestra hija —se quejó pero la verdad quería soltar una risa, por tenerla así de cariñoso, le gustaba, debía admitirlo.

—No estoy desnuda —se levantó de despacio de encima de su omega para sentarse sobre la cama y tomó a Minjeong en sus brazos— y a ti no te importa ¿verdad?

"Pues claro que si"

—Agua —pidió en cambio su hija, como ya era típico de ella.

—Claro, utilizas a tus padres —dramatizó la menor, levantándose de la cama para ir en búsqueda de la exigencia de su hija.

"Mejor leche de chocolate, mami no tiene porqué enterarse que me das más de lo permitido"

Cuando la alfa regresaba a la habitación con la pequeña bebiendo de su biberón escuchó el timbre de su hogar, avisando la llegada de visitas para nada esperadas, no tenía pensando recibir a nadie ese día.

—Ve a vestirte, yo voy —comentó su omega, pasando a su lado.

muchas gracias por leer ♡