- 𝐜𝐮𝐚𝐫𝐭𝐨 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚 -

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—¿Ya se fue Minjeong? —la voz grave de la alfa tomó por sorpresa a la omega que estaba en la cocina, se exaltó un poco y la menor se burló de su reacción, dejando fluir aquella risa tan característica de ella

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—¿Ya se fue Minjeong? —la voz grave de la alfa tomó por sorpresa a la omega que estaba en la cocina, se exaltó un poco y la menor se burló de su reacción, dejando fluir aquella risa tan característica de ella.

Jennie la miró seria unos segundos debido al susto, pero no aguantó demasiado antes de unirse a la risa de su esposa, era tan contagiosa; volvió su mirada hacía el envase de yogurt de fresa que se encontraba vaciando en un biberón, con bonitos dibujitos infantiles, y asas color verde manzana.

—Sí, hace unos cinco minutos —respondió, de inmediato escuchó un gruñido bajo proveniente de la menor y rodó sus ojos— ¿Otra vez con eso?

—Claro que sí, no me agrada la idea de que pase la noche fuera de casa.

La omega le colocó la tapa al biberón y se volteó a su esposa, encarandola con sus brazos cruzados, Rosé acababa de salir del baño y sus cabellos aún se encontraban húmedos, se miraba inquieta mordiendo la punta de su dedo pulgar, lo cual la hizo suspirar.

—Se va a quedar con Hyeju, Chae las irá a buscar, sinceramente yo prefiero eso a que se vengan a altas horas de la madrugada hasta aquí, ya sabes que es un poco lejos —explicó por enésima vez a su esposa.

Ese día su hija había ido a una fiesta de uno de sus compañeros y debido a que la hija de su querida amiga también estaría presente le habían planteado la idea de quedarse en la casa de la menor, que quedaba más cerca del local en donde estarían las chicas, Chaeyoung misma la llamó para confirmar y no le pareció una mala idea, pero Rosé era otra historia.

Su esposq nuevamente gruñó e imitó su posición, cruzándose de brazos también.

—Te recuerdo que ella es una alfa.

—Son amigas, Roseanne —rodó nuevamente los ojos, a veces entendía a la alfa, pero en otras ocasiones simplemente no podía, no podían retener a su hija en esas cuatro paredes solo porque la alfa le molestaba la idea— No seas tan dramática.

—También fui jóven, ¿Recuerdas que cuando tu papá llamaba yo le decía que te llevaría hasta tu departamento? ¡Sabes muy bien que eso no pasaba en muchas ocasiones!

Sus mejillas se tiñeron de rojo en ese momento y sin pensarlo y por inercia le dio un golpecito a la contraria, eso le causó gracia a la menor, no entendía porque a veces se avergonzaba de algo como eso, tan común.

Recordó brevemente muchos episodios de sus vidas cuando más jóvenes y una sonrisita cómplice se formó en su rostro.

—¡Ya! No estamos hablando de eso —protestó la omega— Y en dado caso Minjeong ya es mayor de edad, no puedes simplemente retenerla o impedir que experimente, lo que debe saber ya se lo he explicado claramente; deja de ser tan aguafiestas.

—Pero-

Antes de que Roseanne dijera alguna otra palabra quejándose, Jennie sintió como tiraban de su pantalón desde abajo, desviando rápidamente su atención al pequeño ser que estaba allí, sonriente en búsqueda de su mamá.

ʙᴀʙʏ ᴛʜᴏᴜɢʜᴛs| ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora