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Capítulo 2: No puede usar inhibidores

En los siguientes días, la vida de Ed transcurrió con normalidad. Félix nunca volvió a llamarlo y parecía que el asunto con Augus había terminado. Aun así, estaba preocupado por el comportamiento del tercer príncipe, aunque le había dicho que el emperador dio su consentimiento para el experimento...

«¿El emperador de verdad sabe que el tercer príncipe me va a entregar a Augus?»

Debido a esto, al día siguiente Ed solicitó ver al emperador para decirle lo que estaba haciendo el tercer príncipe.

La solicitud fue aprobada el mismo día, gracias a que Ed era un vizconde, sin mencionar que también era un general. Normalmente, no se aprovechaba de su título, pero en estos casos, le era ventajoso.

—Su Majestad.

El emperador, que parecía estar de buen humor, le hizo señas para que se acercara. Entonces procedió a decirle las habituales cosas nostálgicas sobre sus padres, ya que ellos habían muerto al servicio de su país. Luego se lamentó por lo rápido que tuvo que madurar y así sucesivamente.

Como Ed no podía ir directamente al grano, le informó primero sobre la situación, luego sobre los prisioneros y por último sobre la labor del tercer príncipe. Fue entonces cuando por fin dio a conocer su preocupación por el desarrollo de la tecnología en el Imperio.

Siempre que a Ed le tocaba hablar o informar sobre algo, terminaba agotado y eso no le sucedía solamente con el Emperador. En algún punto pensó que no parecía noble. De todos modos, su título provenía de sus padres.

Esta vez, el tercer príncipe no lo había engañado, El Emperador le dijo que estaba de acuerdo con ellos para hacer lo que quisieran y si se obtiene alguna información en medio del experimento inhumano estaba bien. El ambiente ya no era tan tenso como antes. El emperador, que lo miraba fijamente, parecía no preocuparse por los prisioneros de la Federación.

Tras la leve pregunta, Ed se marchó con cortesía.

Unos días después, Ed recibió una llamada del jefe del laboratorio. Le pidió que enviara a alguien para recoger a Augus, pero Ed no podía salir en ese momento, entonces tuvo que enviar a algunos de sus betas de confianza para que lo recogieran.

Como estas personas eran con las que normalmente estaba familiarizado, no les dio muchas instrucciones. Sin embargo, en vista de la especial naturaleza de este asunto, ocultó la verdad, diciendo que sólo que era un artículo experimental de alto riesgo.

Después de pensarlo, añadió—: De paso, tráeme unos inhibidores de alfa y omega.

La curiosidad de sus subordinados estaba a punto de explotar. Ed siempre pedía inhibidores de alfa, pero esta era la primera vez que pedía inhibidores de omega.

"...Además, ¿por qué el general que solo tiene betas a su alrededor, pide esos inhibidores? ¿A quién se los dará? ¿Para qué lo va a utilizar? ¿Por qué lo necesita?"

—¿Quieren saber por qué quiero un supresor de omega? —preguntó Ed con una sonrisa de satisfacción.

—No estamos en libertad de preguntar.

Aun así todos tenían cara de "quiero saber lo que está pasando".

—Soy consciente de ello... —Ed cambió de repente su expresión y puso una cara seria—. Pero esto es un secreto imperial, así que no puedo decirles.

Ed se encogió de hombros y se fue dejando con éxito a su grupo de subordinados. Después de todo, lo que dijo era cierto.

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