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Capítulo 6: El estro inacabado

Un omega puede tener sexo al menos unos 3 días, o hasta una semana, si es su primera vez.

Colocando sus manos firmemente en la cama, Augus sentía como Ed le lamía desde la mejilla hasta la cintura, dejándole un montón de marcas rojas y moradas en el pecho.

—Ha...

Augus ladeó la cabeza y jadeó. La evidente nuez de Adán, que se retorció al tragar saliva, hizo que Ed se sintiera inesperadamente sexy.

Si bien el cuerpo de Augus había cambiado bastante debido a las feromonas de Omega, aún seguía manteniendo su cuerpo bien tonificado que había construido con los años y que con orgullo llevaba ese uniforme. Ed, quien tenía un gusto particular por Omegas y Betas de aspecto delicado, había encontrado una nueva fascinación oculta al verlo.

Mirando su pecho, cubierto de finas gotas de sudor debido al calor, y sus cejas fuertemente fruncidas por la vergüenza e ira, Ed le extendió la mano y le levantó el tobillo para separarle las piernas de par en par e introducir su pene, ya duro, de un golpe.

El Augus anterior nunca sería capaz de hacer este tipo de postura, pero ahora, ya fuera por el celo o porque su cuerpo había sido alterado, sus músculos se habían ablandado, haciendo que sus piernas largas, pero no esbeltas, se colocaran fácilmente sobre los hombros de Ed. Y como las rodillas de Ed estaban dobladas, las piernas de Augus estaban cerca de su pecho.

La pared interior que había sido irrigada una vez con semen acogió fácilmente el pene infractor. Tan pronto como Ed lo insertó, sintió que su miembro estaba siendo fuertemente absorbido por el agujero que lo quería cada vez más profundo.

La herida, que tenía en el rostro, había dejado de sangrar, pero aun así estaba de un color rojo brillante. Ed, que estaba enojado por la herida, empujó las piernas de Augus hacia arriba, casi verticalmente, para penetrarlo con más fuerza. Augus gimió dos veces con los ojos entrecerrados mirando al techo.

Augus, que sintió el miembro dentro suyo, movió el trasero. Y aunque no gemía, su cuerpo demostraba que tan bien se sentía en ese momento.

Le era difícil hablar.

Pero Ed no odiaba eso. Deliberadamente, extendió su mano y utilizó sus dedos para abrir los labios de Augus y estimular su boca húmeda, mientras lo penetraba.

—Mmmm... — Augus se vio obligado a abrir la boca y gemir vagamente.

Cuando intentaba apartar la cabeza, Ed habló como si lo hubiera esperado: "No te muevas"

¡Omegas...! ¡Esta maldita sumisión!

—Buen chico.

La ira que sentía Augus parecía desbordarse, y Ed le echaba más leña al fuego.

—Tú....uh...joder...

Augus estaba a punto de decir: "¿Qué estás haciendo?". Pero fue interrumpido por los dedos de Ed, mientras que un rastro de saliva fluía por la comisura de su boca. De esta manera, estaba siendo "penetrado" por la boca y el trasero. Su parte delantera, que se frotaba repetidamente contra los firmes abdominales de Ed, no podían controlar el líquido preseminal que fluía de arriba a abajo.

Luego alzó nuevamente a Augus, y eyaculó por segunda vez. Con Augus paralizado, Ed siguió penetrándolo con su pene duro.

—Está amaneciendo...— Dijo Augus mientras perdía fuerza para levantar su cuerpo, que estaba empapado de semen —Yo... no puedo... hacerlo más.

Celo forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora