Capítulo 24

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Muerdo la pluma que estoy sosteniendo para escribir mis anotaciones en puño y letra como me gusta, pero me es imposible concentrarme en las notas, si mi mente se encuentra viajando por los pros y contras de trabajar con el tipo que me tiene en las nubes, soñando despierta, que es mi amigo, en teoria pero es que yo nunca he deseado que alguien ya no sea solo mi amigo.

Frustrada, me levanto de mi lugar, para tomar mi bolso, salir de mi cueva hacia un hombro donde pueda desahogarme y no sentirme sola, ya que en este preciso momento, mi mente no es el mejor lugar para mí.

...

- Estoy perdida - es el primer comentario que sale de mis labios, en cuanto paso por la puerta de la librería, localizo a Nicolas a unos metros de mi.    

- Dame mas información, yo te veo bastante bien - el cabello lo tiene algo desarreglado, pero sigue luciendo muy bien aun después de sus 7 horas en el trabajo.

- Mario, me tiene pensando en el, todo el día - hago un puchero con mis labios, haciendo reír a Nicolás.

- ¿Tú vecino? - cuestiona mientras yo asiento con la cabeza - Estás enamorada - me rio nerviosa.

- No, no, Nicolás no estoy enamorada - empieza a caminar haciendo algún lugar de la librería mientras yo lo sigo por detrás - Me ofreció de nuevo el empleo, yo tengo que decirle que no, pero quiero decirle que si, es el gran dilema por lo que el habita en mi mente - Nicolás sigue caminando dejándome todavía más atrás, así que casi corro para estar al lado suyo justo cuando veo que sonríe. 

- Perfecto, dile que si, no veo el gran dilema. - voltea a verme por un segundo, poniendo sus ojos en blanco.

- No me estás escuchando, no puedo, es mi vecino, y no veo, no nos veo estando así, cerca trabajando - me pongo mas nerviosa al ponerle palabras, por que me doy cuenta que lo que realmente me pone nerviosa es la cercanía que podríamos tener. 

- Gia, deja de pensar tanto las cosas, el claramente está más que interesado en que trabajes con el, tú también quieres, solo dile que si, claro asumiendo el riego de tu trabajo y poniendo una balanza mas temas. - da la vuelta en otro de los pasillos, y lo pierdo de vista.

- No es así de fácil, no quiero un trabajo que no podría ser estable, y no se cuanto tiempo mas me quedare aquí - quiero continuar hablando pero sale por otro de los pasillos abruptamente.

- Gia, no es difícil, esta puede ser una buena oportunidad laboral para ti y quedarte aquí no puede ser lo peor, veo que te estas adaptando, y los cambios pueden ser buenos, es como lo veas, y como se sienta, ¿Que sientes Gi?  - me mira fijamente, para tratar de descifrarme, me hace pensar en mi respuesta antes de hablar. 

- Tengo miedo, de arriesgarme, de decir que si, y luego ver que no hay futuro - bajo la mirada, y la desvío. 

- ¿Seguimos hablando de el trabajo, o ya cambiamos de tema? - me busca la mirada. 

- Si, si, claro, ¿que otra cosa? - trato de ocultar mi nerviosismo. 

- Gi, no te mientas, solo mantente clara en tus sentimientos, y creo que ya tomaste una decisión - me guiña un ojo por que tiene razón. - Haz lo que creas mejor para ti - me quedo con eso en la mente por varios segundos, para reflexionarlo más tarde. 

Pasamos un tiempo juntos, pero lo dejo trabajar y me disculpo por irrumpir abruptamente en su trabajo, quedamos en vernos en dos horas cuando termine su jornada laboral, y me voy a un cafe cercano donde planeaba pasar el resto de la tarde trabajando, mientras tecleo en mi computadora y veo a mi alrededor me doy cuenta de la vida tan afortunada que tengo, que disfruto estar en este lugar, que me hace ilusión mis nuevas amistades, regresar a mi departamento, que me estoy encariñando aquí, si me da miedo pero tengo que arriesgarme, termino mis pendientes y me pongo en marcha para ir por Nicolas a la librería, nos despedimos de su jefe, y por la mirada que me da, sospecho que podría estar pensando que algo pasa entre Nicolas y yo, pero solo hay una buena amistad, amistad que apenas inicia, lo invito a pasar por mi departamento a tomar un cafe o seguir simplemente con nuestra platica, como si fuéramos los mejores amigos de toda la vida, así me siento en confianza con el, siempre riendo de todas las aventuras que ha vivido, me sorprende que este soltero, es un gran partido para cualquier persona. 

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora