Courtney Lincoln, una joven cowgirl de Wyoming, regresará a casa tras finalizar con sus estudios de veterinaria. Su primer trabajo oficial, será atender a uno de los caballos del mejor amigo de su padre; un ranchero que posee uno de los mejores ranc...
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Cuenta la leyenda que se vuelven sexys!
𝙿𝙾𝚅: 𝙹𝙴𝙵𝙵𝚁𝙴𝚈 𝙳. 𝙼𝙾𝚁𝙶𝙰𝙽
¿Qué estuve a punto de hacer?
Llevo las manos a mi rostro, ocultando en vano la vergüenza y el enfado conmigo mismo por haber intentado hacer algo tan estúpido. La pregunta aquí es... ¿por qué?
Admito que no he tenido ningún tipo de contacto con el sexo opuesto desde que mi mujer falleció, lo consideré una falta de respeto hacia su amor y memoria. Pero, ¿estoy tan necesitado de mantener ese tipo de relación?, hasta ahora no había caído en cuenta de lo solo que me encontraba. Y pensándolo mejor, el trabajo en el campo me había absorbido tanto que no salía siquiera a un bar por una copa, o a jugar billar.
El aislamiento me había convertido en un tipo solitario y amargado, resentido con la vida. ¿Lo peor?, que lo sabía y no hacía nada por cambiarlo. Honestamente me sentía bien como estaba.
Bueno, volviendo al tema; luego de aquel incómodo suceso, el desayuno se dio con normalidad. Ella actuaba como si nada hubiese sucedido, cosa que me parecía un poco peculiar, esperaba que me fulminase con la mirada o que hubiese envenenado mi comida. Pero simplemente actuó de manera normal.
Luego del desayuno, ella se tomó el tiempo de ir a los establos a ver a los caballos que (según Norman) habían sido su regalo de cumpleaños. Eran tres animales con muy buena pinta; un potro de color blanco, y dos yeguas, una de color marrón claro y otra de color café oscuro (casi negro) con manchas blancas.
Parecían tener una complexión excelente para las carreras de barriles y cualquier otra disciplina. Uno se da cuenta de ello en cuanto mira los cuartos delanteros, la musculatura del pecho y de las patas traseras. La mocosa no tardó en ensillar a uno de los animales, para después montarlo y comenzar a entrenarlo para usarlo este año.
Su elección fue la yegua con la piel manchada, que parecía tener la mejor complexión y resistencia de los tres. Norman le ayudó a la chica a preparar uno de los corrales para dicha práctica, cargó por si mismo los barriles y los posicionaron en puntos estratégicos.
Yo solo los observaba desde el porche, sentado a la sombra con una cerveza en la mano y con Bandit a mi lado.
La buscapleitos ingresó al corral, comenzando con algunos ejercicios básicos de coordinación y control de las riendas, el animal respondió bien, pero luego ella comenzó con lo principal; dar vuelta a los barriles. Supuse que había entrenado caballos antes, pero parece que estaba equivocado.
Una de las principales reglas de la carrera de barriles, es precisamente, no tocar y evitar volcar los barriles, si lo haces estás fuera.
(Si quieres saber el resto de las reglas y normas, busca en internet, este viejo no va a perder su tiempo explicándolo)
