Courtney Lincoln, una joven cowgirl de Wyoming, regresará a casa tras finalizar con sus estudios de veterinaria. Su primer trabajo oficial, será atender a uno de los caballos del mejor amigo de su padre; un ranchero que posee uno de los mejores ranc...
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𝙿𝙾𝚅: 𝙲𝙾𝚄𝚁𝚃𝙽𝙴𝚈 𝙻𝙸𝙽𝙲𝙾𝙻𝙽
Llegamos al lugar de la reunión justo a tiempo. El señor Morgan aparcó frente al ayuntamiento de Hot Springs diez minutos antes de la hora acordada, Norman bajó de la camioneta saltando de manera enérgica.
- Para tener sesenta, tienes la misma actitud de un niño de quince - me burlé mientras él me ayudaba a bajar.
- Vamos, que no soy tan viejo, soy cuatro años menor que el viejo Andy - tomó mi sombrero y luego lo colocó sobre mi cabeza - además este viejo puede hacer muchas cosas mejor que cualquier otro mocoso.
- Eres un idiota.
- Lo sé, gracias.
Por el rabillo del ojo, veo que el señor Morgan baja de la camioneta. Se arregla las mangas de su camisa hasta dejarlas por debajo de sus codos, y saca su sombrero desde la ventanilla del conductor.
- Quédate en el auto Bandit - le dice al perro para luego dejarle una golosina con forma de hueso - papá tiene que hacer algo.
Reprimo una carcajada.
¿"Papá"?, ¿es en serio?
Parece que el viejo tiene una debilidad por su mascota, bueno Bandit es encantadora, apuesto a que cualquiera podría encariñarse con ella. Norman, por ejemplo; es un hombre de gatos, pero antes de entrar al ayuntamiento llena de mimos al perro.
El señor Morgan camina delante de nosotros y entra con la cabeza en alto al lugar, nosotros entramos detrás suyo. En el lugar ya se encuentran varios hombres discutiendo sus propios asuntos en voz baja, algunos ríen y otros más se encuentran serios. Los murmullos cesan cuando se percatan de la presencia del señor Morgan, algunos lo observan con temor, con curiosidad y otros con el ceño fruncido.
Estos últimos son opacados por una leve mirada por parte del viudo, y es que el hombre tiene el poder de quebrarte con la mirada. Todos aquellos que osaron mirarle de otra manera que no fuese con respeto o temor, terminan bajando la vista.
- A eso le llamo ser un puto hombre - murmura Norman - de grande quiero ser como él.
- Deja de adularlo y bésalo ya - río y él me empuja levemente - vamos, allá están papá y Tom.
Ambos caminamos en dirección a mi padre, que se encuentra charlando con el representante del Congreso Ganadero de Hot Springs.
- Ya hemos llegado Andy - Norman es el primero en hablar y saludar a los hombres ahí presentes.
- Hola - papá toma mi rostro entre sus manos y deja un beso sobre mi frente - que bueno que ya están aquí, comenzamos en unos minutos.
- ¿Tú eres la joven que dio con el inicio de esto? - pregunta el hombre al lado de mi padre.
