- Matías: ¡Mamá!,¡Papá!, ¡¿Qué hacen aquí?! (abrazándolos fuerte)
- Lucía: Te extrañamos mucho...pero
Lucía se separó de Matías y tenía una gran sonrisa en el rostro. Por su parte William, los veía a ambos con mucha ilusión.
- Matías: ¿Pero qué?, muy contrariado.
- Lucía: No hemos venido exactamente a visitarte, riendo.
- Matías: ¿Papá?, ¿Qué está pasando?, cada vez más confundido.
- William: Hijo, nos mudamos a México. He delegado mi puesto en la Compañía, todas las decisiones importantes van a pasar por mi, pero mi carga laboral será mucho menor, estoy iniciando un programa de apoyo a jóvenes talentos mexicanos en etapa escolar, creo que uno debe ser agradecido con todo lo que recibe, y me da mucho ilusión aportar un poco con la juventud de este país. Tu mamá extraña mucho a su familia también, y tu, siempre quisiste regresar.
Matías se quedó perplejo, nunca pensó que su familia podría regresar a México, y ahora cuando él había decidido irse, ya no lo iba a poder hacer. Pensó que era una señal, realmente, ¿Cuáles eran las probabilidades de que sus padres regresen a México? hasta hace un par de semanas, no existía esa posibilidad, sin duda esto significa que su futuro se encontraba en México, y si tenía suerte, con Mía a su lado.
- Matías: No...no sé que decir.
- Franco: Pues yo sí, William, no sabes lo feliz que me hace su regreso. Mía y yo te hemos echado mucho de menos, y estoy segura que pronto tu y Alma serán inseparables.
- Alma: Ya le he dicho a Lucía que me tiene dar los tips de cómo convivir con un hombre de negocios que no tiene tiempo para nada, dándole una palmadita a Franco en la espalda.
Los 4 adultos rieron.
Por su parte, Mía se quedó en shock, no sabía si se sentía triste o contenta, lo que sí sabía o de lo que se había dado cuenta en ese momento, es que ya había asumido y aceptado que Matías regresaría a Londres, y esa confusión que había sentido por un par de semanas, se iría, y todo regresaría a la normalidad con Miguel, pero ahora...¿Qué pasaría?
- Lucía: ¿Mía, no me vas a dar un abrazo?
Mía reaccionó y salió de sus pensamientos. No se había dado cuenta que todos la estaban mirando, pues solo pudo ver a Matías, con la cabeza un poco agachada, casi pudo adivinar lo que pensaba: ¿Qué iba a pasar con ellos ahora?, ¿Serían capaces de mantener una amistad?, ¿La confusión de Mía por la presencia de Matías se iría? o por el contrario, ¿renacerían sentimientos?
- Mía: Claro que sí Lu, ¡por supuesto! ¡te eché muchísimo de menos!
- Lucía: Yo más princesa. Yo sé que ya están grandes dijo mirando a Mía y luego a Matías, pero me gustaría llevarlos al cine como cuando eran chiquititos. ¿Se acuerda que hacíamos maratón de películas? Habían sábados que podíamos ver tres películas de corrido en el cine.
Roberta y Diego miraron a Miguel, lo cierto es que Mía también lo estaba mirando. La situación no era buena para ellos, eso estaba claro. William que había descifrado rápidamente lo que sucedía, se apresuró en hablar.
- William: Claro Mía, ¿o acaso le vas a hacer un desplante a Lucía?
Matías puso los ojos en blanco, no quería que Mía se viera forzada a estar en una situación que le incomodara.
- Mía: Claro que no, tío. Obvio que sí quiero ir, dijo con una sonrisa forzada.
- William: Perfecto, no se diga más, entonces los dejo en el centro comercial a los tres. Luego, quiero aprovechar la tarde conociendo a Miguel, el muchacho maravilla del que tanto me has hablado, Franco. ¿Tomas Gin, Miguel? dijo sonriendo y levantando ambos cejas, dirigiéndose a él por primera vez en el día.
- Miguel: Eh, la verdad, nunca lo he probado señor, dijo un tanto sorprendido.
- William: No hay persona en México que prepare un mejor Gin-tonic que yo, ¿cierto Franco?, y dime William, por favor.
- Franco: ¡Por supuesto! te aconsejo que lo tomes con calma Miguel, que suele subir un poco.
William llevó a Matías, Mía y Lucía al centro comercial. Los dejó a las 5:00 pm, pues la primera función empezaba 5:30 pm. Lucía no se separaba de los chicos, quienes aprovecharon en pedir todo lo que comían en aquellas maratones de películas: pop-corn gigante, gaseosa, nevados y chocolates. La función empezó y los chicos estaban sentados uno al lado del otro, era una comedia romántica, de esas que sabes que la chica y el chico terminarán juntos. A mitad de la película Lucía se va al baño. Era el momento que Matías había estado esperando.
- Matías: Mía...yo la estoy pasando muy bien. De verdad sentí que tenía 6 años por un momento, dijo con absoluta sinceridad, esbozando una sonrisa.
- Mía: Yo, también Mati. Es como si por un ratito, somos chiquitos otra vez. Te he echado mucho de menos (desviando la mirada de los ojos penetrantes de Matías, bajando al piso), eras mi mejor amigo.
- Matías: Yo también te extrañé princesa. Pero debo ser sincero conmigo y con mis sentimientos (acercándose lentamente a Mía, tomando su mano derecha y entrelazando sus dedos con los de ella), yo no puedo ver solamente como una amiga Mía. Yo estoy enamorado de ti, yo...te amo.
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Algunos meses después ... ¡Estoy aquí nuevamente! Espero poder continuar la historia, ya sin tantas demoras o intermitencia, pido un poquito más de paciencia.
Espero que les guste este capitulo, pero desde ya, el próximo viene con algo interesante 🥰
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6to año Elite Way School (Mía y Miguel)
FanficLo que sería la continuación de Rebelde. Es el último año de nuestros chicos del Elite Way School, la historia se basa principalmente en Mía y Miguel, todos los demás son personajes secundarios ...a excepción de Matías ... el amor de infancia de Mía...