*Málaga, septiembre de 2014

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Comienzo de curso, ropa preparada para estrenar, mochila nueva, libros, cuadernos, estuche... Y nervios, muchos nervios.

7:30 de la mañana; suena el despertador y me levanto de la cama de un salto. Después de un largo verano en el pueblo, todo vuelve a la normalidad. Clases, exámenes, ver de nuevo a mis amigas y ponernos al día de chismes.

Seguro que Irene está enterada de todo, no hay nada que ella no sepa. Parece que se entera de las cosas incluso antes de que pasen. Es impresionante.

Eva vendrá cargadita de historias con Mario, desde que empezaran a salir a final de curso no se han separado ni un solo día.

Y Julia, como siempre, empezará con los agobios hasta en el primer día de clase. No sé por qué se preocupa tanto, si luego siempre saca un 10. Esta chica llegará lejos, de eso estoy segura.

Me lavo la cara y me hago una coleta alta, me queda bien. Me pongo mis vaqueros nuevos y la camiseta que me regaló la abuela Carmen para que estrenara hoy. Ella siempre dice que en los días importantes hay que estrenar algo. Y hoy para mí lo es.

Llego al salón, mamá y papá ya están desayunando. Claudia sigue en la cama, no he visto a nadie que aproveche los últimos 5 minutos más que mi hermana.

Voy hacia la cocina y cojo mi taza favorita, la del cerdito, y me echo un zumo de piña. No me apetece comer nada, así que paso de las galletas que ha dejado mamá preparadas.

A las 7:50 salgo de casa, la primera clase empieza a las 8:15 y quiero llegar antes para saludar a las nenas; estoy loca por verlas.

Llego a la puerta de mi instituto 10 minutos antes de la hora de entrada. Parece que hoy todo el mundo ha decidido llegar temprano. Me cuesta encontrar a mis amigas, pero por fin doy con ellas.

De un abrazo sorprendo a Eva, cómo la he echado de menos; no sé qué haría sin esta loquilla. Somos amigas desde la guardería, sabemos todo la una de la otra.

-¡Sofi! ¡Por fin te dejas ver! ¡Tengo tanto que contarte! Mario y yo hemos ido a un montón de sitios. ¡Tenemos que ponernos al día ya!

-Qué pesadita está, por Dios, qué persona más empalagosa. Todo el día con Mario en la boca.

Irene odia cuando Eva cuenta sus batallitas con Mario. En el fondo le encantaría estar así con Hugo. Su relación es más amor-odio. Lo mismo se comen, que se pelean por cualquier tontería.

-¡Calla ya! ¡Siempre gruñendo! Si tengo un amor por novio, no es culpa mía -exclama Eva haciendo ojitos.

-¡Hola nenas! ¡Luego os veo! ¡Empieza la clase y no quiero llegar tarde!

Y de un soplo desaparece Julia. Definitivamente, no tiene arreglo.

-Tenéis que ponerme al día de todo. Esperadme a la salida y nos vamos juntas, ¿vale? Irene, díselo a Julia. ¡Nos vemos luego, nenas!

Después de todo, yo tampoco quiero llegar tarde el primer día.

La mañana ha pasado rapidísimo, entre presentaciones y cambios de aula. Sin darme cuenta la sirena estaba tocando.

Llego a casa y todos están en la mesa. ¡Hoy el tiempo vuela!

La verdad es que me he entretenido mucho con mis amigas, pero había tantísimo que contar... Y todas queríamos pelos y señales.

El mes ha pasado en un verbo. No me ha costado mucho volver a la rutina.

Todo está como siempre. Bueno, todo, todo... NO

SofíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora