Sofía

*Málaga, marzo de 2015

Álvaro y yo estamos mejor que nunca. Parece que los días que no nos vemos hacen que disfrutemos mucho más de los momentos que pasamos juntos. Al final no fue tan mala idea el dedicar más tiempo a los estudios. Me ha servido para subir mis notas y para estar mejor, aún si cabe, con él.

Irene por fin ha vuelto a ser ella, la verdad es que estaba realmente pillada por Hugo y lo ha pasado muy mal. Es una lástima que no hayan podido arreglarlo, porque a pesar de sus idas y venidas hacían muy buena pareja.

Eva está muy preocupada; en la empresa de su padre están haciendo traslados a otras ciudades y su nombre también está entre los posibles afectados. Yo no quiero ni pensarlo. Me moriría si tuviera que despedirme de ella. Es como una hermana para mí.

En cuanto a su relación con Mario, ninguna novedad, siguen tan enamoradísimos como siempre.

Mira que Álvaro y yo estamos bien, pero lo de estos dos es de otro planeta.

Creo que empiezo a coincidir con Irene en que son demasiado empalagosos. El día menos pensado, se quedan pegados.

Y Julia… Pues Julia en su línea.

Estudios, estudios y estudios; y si le queda algo de tiempo se lo dedica a Alejandro. El pobre tiene el cielo ganado.

Ya no queda nada para las vacaciones de Semana Santa. De poco han servido las súplicas a mamá para quedarnos aquí y no ir al pueblo.

Aunque, la verdad, también tengo ganas de ver a la abuela. Tengo que contarle un montón de cosas. Puedo estar tranquila, que todo lo que le cuento queda entre nosotras. Es nuestro trato.