La persona correcta en el momento equivocado.

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"Te amo tanto"

Lola se dirigía al área de camerinos cuando sus pasos fueron interrumpidos por Arturo, quien caminaba en dirección contraria.

-¡Lola!- saludó inclinándose para darle un beso en la mejilla.

-Hola caballero- respondió ella- ¿Lleva usted prisa?

-No en realidad, tú sabes que soy muy puntual, solo que a veces llego un poco más temprano.

Lola asintió -¿Y a dónde ibas?

-Por un café, ¿gusta usted?

-Gracias, voy a dejar mi bolsa y te acompaño.

Arturo espero a que Lola dejara sus cosas en su camerino y juntos caminaron hacía el área de comida, en dónde les prepararon un café.

-¿Sabes qué? Necesito regresar al camerino a arreglarme el cabello antes de que empiecen a peinarme- dijo Lola una vez que tuvieron su bebida.

-Bueno, si ahora me permite, yo la acompaño.

Entraron al camerino y Arturo tomó asiento en uno de los sofás, dejando su café en una pequeña mesa. Por su parte, Lola se sentó en una silla frente al espejo, observando qué podía arreglar de su cabello para 'facilitar' el trabajo que harían con ella en unos momentos.

"...Yo no tengo la culpa de haberte visto tarde al pasar
de que el viento no nos puso en el mismo lugar
de que ya hubo alguien, que te hiciera soñar...

Durante las últimas semanas, Lola y Arturo habían resuelto de manera individual que sería mejor mantener solo una amistad con el otro. Cuando hablaban y en la conversación se atravesaban temas del pasado, alguno de los dos cambiaba el sentido de la plática, evitando profundizar en los recuerdos. Y a pesar de que sus corazones lo pedían, ambos se habían obligado a contener todo el amor que aún se tenían.

Sin embargo, está ocasión fue inevitable no llevar la conversación hacia un rumbo un tanto doloroso, quizá para ambos.

-¿Cómo está tu marido?- Preguntó Arturo haciendo que Lola se quedará paralizada por un momento, aclarando después su garganta y contestando rápido, como queriendo pasar a otro tema:

-Bien. Él está bien, gracias.

-Me alegro.

Fingiendo indiferencia, Lola preguntó sin dejar de mirarse en el espejo -¿Por qué?

-Bueno, hace unas semanas lo mencionaste y, casi nunca me hablas de él- contestó Arturo manteniendo dentro de sí una minúscula esperanza de saber que en realidad no era una relación seria o algo parecido.

...ni tu tienes la culpa
de que yo no sepa al tiempo regresar
y no pueda las cosas acomodar...

Ella suspiró, siéndole casi imposible mantener la calma mientras hablaba -Entiendo, eso de marido es porque a estás alturas de la vida, la palabra "novio" es rara, ¿no?, por eso nos llamamos así, no porque en realidad haya firmado un acta o algo, tu sabes que yo no...

-Que tú no crees en el matrimonio- interrumpió Arturo- sí lo se- asintió firme, levántandose de su asiento-Lola, ¿me permites hacerte una pregunta?

Ella se tenso en su silla, agachando la cabeza pero mirando de reojo por el espejo qué el se colocaba atrás de ella.

...ni borrar el pasado, ni los besos que has dado...

Reencuentro [Lovito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora