Cap.14

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Valeria

-Aquí está lo que me pidió, Magestad –un demonio se detuvo frente a mí con una bandeja de plata en la que había una copa de vino hasta la mitad

-Gracias –tomé la copa

Saqué un pequeño frasquito de mi escote y vertí tres gotas del líquido espeso en la copa, volví a poner la copa en la bandeja y el demonio que la tenía me siguió en cuanto empecé a caminar con dirección a donde están Dominick y Nat

-Espero que estén disfrutando esta magnífica noche –sonreí cuando ambos posaron sus miradas en mí

-Fue una hermosa coronación, Val –Nat me sonrió tiernamente

-Por supuesto que sí, es de mi coronación de la que hablamos –sonreí soberbia

-Y por supuesto debías decir algo como eso –se rió con suavidad

-Rey Dominick –hablé con diversión

-Reina Valeria –respondió de la misma manera

-Tengo algo para usted, cortesía del castillo –señalé al demonio que dejaba la copa frente a él

Dominick tomó la copa con desconfianza y llevó a su naris unos segundos antes de mirarme

-El vino huele exquisito ¿Cuál es? –cuestionó

-Prueba y veamos si adivinas –lo reté

Llevó la copa a sus labios y bebió un pequeño sorbo que degustó con lentitud

Observé como sus pupilas se dilataban y un bajo y ronco gruñido salía de sus labios

-Vaya, nunca había bebido un vino como este –lamió sus labios –es...

-¿Increíble? ¿Sabroso? ¿Inigualable? ¿Indescriptible? –cuestioné divertida

-Esto...no es un vino normal –dijo finalmente y sonreí

-No lo es –acepté con una sonrisa –no lo es, porque agregué unas gotas de esto –puse el pequeño frasquito frente a él

-Esto es... –lo tomó llevándolo a su nariz y aspirando con fuerza –tu sangre –miró a Nat sin soltar el frasco

-Sí, eso es –habló relajada y brindándole una pequeña sonrisa mientras bebía un coctel con lentitud

-Nat –gruñó entre extasiado y molesto

Esto es un momento que destila demasiada lujuria, sí, mi pecado capital, lo gracioso es que me hubiera ido si fueran otras personas, pero debo admitir que hasta yo me estoy excitando con el momento que ambos crearon

Pero es una reacción en mi cuerpo que no puedo impedir después de todo, pero una cosa es lo que haga sentir y otra muy diferente son mis acciones

-¿Qué esperabas? –Cuestionó Nat con tranquilidad mientras lamía su labio inferior –no querías tomar la sangre de mi cuello, tampoco de las venas de mis muñecas y sí, entiendo tu miedo a lastimarme pero te estabas debilitando

-Oh, maleconcito sangriento –Por la mirada de Dominick se más o menos lo que le pasaba por la mente y no debía ser nada inocente, pero Nat, que no lo miraba a los ojos se perdió de ese no tan pequeño detalle

-Eres un Vampiro y no cualquiera, eres el Rey, necesitas mi sangre para mantenerte fuerte y ya que no quieres morderme es una gran forma para que la consumas

Dominick me miró y lo entendí demasiado rápido para mi gusto, vaya y pensar que antes mi mente no estaba tan perversamente corrompida

-Val –rogó en un bajo gruñido

Valeria Estrella de la Mañana /HEREDERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora