Cap.10

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Estiré mis manos sin poder evitarlo y acuné su rostro entre ellas

Se sentía tan familiar y desconocido al mismo tiempo ¿Por qué lo conocía pero mi mente se negaba a decirme quién era?

La canción...cerré los ojos tratando de concentrarme, mi mente empezaba a divagar nuevamente

Esto es demasiado, volví a mirarlo...esos ojos, esos ojos fueron la última cosa que vi, luego recuerdo como abracé la tranquilidad y me dejé llevar

-¿Einer? –sentí mi cabeza dar vueltas ¿Cómo era posible que estuviera aquí?

-Madre –posó su mano sobre las mías en un intento de calmar el temblor de estas

-¿Qué haces aquí? –cuestioné en un susurro

Luché conmigo misma para poder seguir la conversación

-Vine por ti –contestó

Abrí los ojos sin saber en qué momento volví a cerrarlos, él había venido...por

-¿Por mí? –quise que lo repitiera

Asintió con suavidad brindándome una pequeña sonrisa

-Sí, por ti –afirmó –no me gustó estar sin ti, menos cuando supe porque no estabas –contestó –así que engañé al tiempo y viajé hasta aquí para dejarte justo donde empiezan las cosas y cambiar el curso de todo

Lo observé unos largos minutos en silencio, era bastante maduro para tener la edad que aparentaba

Mi pobre bebé, debió sufrir mucho

-Tuviste que crecer antes de tiempo –me lamenté y sentí las lágrimas bajar por mi rostro –lo siento mucho, cariño

Si pudiera retroceder el tiempo haría todo de manera distinta, si hubiese matado a Alexander todo hubiera sido de forma diferente, no tendría que haber realizado ese ritual y lo más importante, Einer hubiera crecido con su madre

Tal vez no hubiera sido la mejor, no lo sé, nadie te enseña a ser madre, no es como si te pudieras leer un manual o seguir instrucciones y listo

Tal vez no hubiera sido la mejor, pero lo habría intentado y lo habría amado como nadie en el mundo, creo que eso sería importante después de todo ¿cierto?

Pero yo no me conformo con poco así que me hubiera asegurado en ser la mejor madre que Einer podría tener...la mejor

-No es tu culpa –se apresuró en decir –no lo es

Mi corazón se encogió y tuve que contenerme para no sollozar, no es el momento indicado

-Fue muy duro para ti ¿cierto? –acaricié sus mejillas con mis pulgares

-Lo fue, pero ¿para qué niño no es difícil crecer sin su madre? –Contestó –no llores, vine por ti y cuando vuelvas todo cambiará y estaremos juntos, como siempre debió ser

Cerré los ojos con fuerza unos segundos antes de mirarlo, si tengo la oportunidad de volver lo voy a hacer, sin importar lo que sea que deba hacer para lograrlo

-¿Qué debo hacer? –pregunté con decisión

-Hice un ritual –murmuró, alzó la mano y una esfera negra flotó en ella –esta es tu inmortalidad, recuperarla me costó mucho pero con la ayuda del abuelo lucifer todo es posible

Te traeré de vuelta, así pasen siglos

Su voz volvió a mi mente, sonreí sin evitarlo. El pequeño guió su mano a mi pecho y la esfera desapareció nada más en entrar en contacto con mi piel. Las sensaciones en mi cuerpo me hicieron cerrar momentáneamente los ojos, todo era tan abrumador

Valeria Estrella de la Mañana /HEREDERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora