Chang'e

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Espero que les guste~

Nota: Chang'e es una deidad de la luna, una que no parece tener poderes en específico por lo que pude encontrar

Nota-2: Tenganme paciencia, estoy escribiendo en el cel y el auto-corrector hace lo que quiere. Voy a corregir todo una vez que esté en la compu ^_^

-¿Por qué estamos aquí otra vez?- preguntó Macaque, aún sin poder entender qué rayos hacían en la luna. Había sido repentino en realidad, con el dios arrastrándolos fuera del departamento y haciendo un rápido cohete, empujándolos dentro para iniciar su viaje a la luna, sin ningún tipo de advertencia e ignorando los reclamos del mono de las sombras.

-Venimos a mirar~- tarareo Wukong con una sonrisa, viendo a su alrededor con ojos brillantes. Había estructuras y muchos más colores de lo que había esperado, incluso tenía una variedad de arboledas y plantaciones, con unas cuantas linternas flotantes, era hermoso, sorprendentemente brillante y vivo, casi como si estuvieran en la tierra.

-¿Y por qué él está aquí?- señaló a un lado, donde estaba Pigsy con un traje de astronauta, mirando a su alrededor con asombro y hablando de su programa de cocina favorito.

-Me rogó por dos horas, me canse y lo dejé subir- se encogió de hombros. El de pelaje oscuro dejó escapar un largo suspiro, resignado a estas alturas, volteando a ver a su hijo al escucharlo chillar, notando que el menor estaba admirando con ojos brillantes a una especie de robot algo grande y con la apariencia de un conejo.

-¡Esto es genial!- MK sonrió, estirando su mano, chillando cuando el robot de inclino ligeramente y se dejó acariciar, el rostro digital que tenía mostrándose feliz y a gusto. Era algo incómodo debido al traje y casco que tenía pero eso no evitó que estuviera feliz. Para Macaque era un alivio ver a su hijo tan animado, había estado distraído y algo distante, a veces incluso se esforzaba para mostrar una sonrisa.

-Es adorable~- el dios no pudo evitar decir, haciendo un corazón con su cola, absolutamente enternecido por la escena. MK rio, dándole el mejor abrazo posible al gran robot, soltando un chillido de pura sorpresa cuando fue repentinamente alzado.

-¿Eh?- se dio cuenta que estaba siendo alzado por una mujer joven, muy bonita y brillante al decir verdad, con una gran sonrisa en su rostro.

-¡Mírate nada más!- chillo ella con puro deleite. -¡Eres una cosita adorable!- el niño parpadeo, sorprendido, aunque no pudo evitar sonreír ligeramente, ella parecía entusiasta y alegre, no podía ser mala.

-Soy MK- se presento.

-Soy Chang'e, ternurita~- ella tarareo, alzando su mano para tocar suavemente la parte de enfrente del casco que el niño tenía, quien rio cuando el casco desapareció. Macaque abrió la boca, dispuesto a reclamar, pero se calló al darse cuenta que el niño respiraba con normalidad y sin ningún tipo de dificultad. El traje del niño no tardó en desaparecer, dejándolo con su ropa cómoda una vez más, eso era mucho mejor al decir verdad.

-Eres muy bonita~- el menor se aprovecho de la cercanía para tocar suavemente la joya que ella tenía en su frente, curioso, escuchándola reír.

-Y tu eres adorable~- canturreo Chang'e, abrazándolo y acomodándolo entre sus brazos. MK le devolvió el gesto después de unos segundos de duda, apoyándose en el hombro ajeno, ella olía a comida casera y a dulces, era casi como abrazar a Pigsy de alguna manera. Ella alzó la vista, viendo entonces a los demonios mayores, quienes la miraban fijamente y con ojos atentos. -¡Eres Monkie King!- sonrió enormemente al ver al dios, quien no pudo evitar devolverle el gesto, divertido por su actitud.

-Ese soy yo- asintió con orgullo, moviendo la cola con gusto.

-¡Soy tu fan!- no tuvo mucha dificultad para sostener al menor con una mano, sacando su teléfono de entre sus ropas con su mano libre. -¿Te importa?- hizo un gesto, sonriendo.

-Para nada- se acercó, sonriendo a la cámara, dejándola tomar todas las fotos que quisiera, divertido por el entusiasmo ajeno. Ella sonrió, contenta ante las fotos que ya puso en orden para publicar,

-¿Y a quien tenemos aquí?- miro al mono y al cerdo, el primero solo bufo, mientras que el segundo la miró con admiración.

-¡Es mi papá!- sonrió MK, volteándose para ver a los mayores. -¡Él es asombroso! Me protege todo el tiempo...- Macaque sonrió con cariño ante esas palabras, algo divertido por el divagar de su hijo. -...y me compra todo tipo de dulces también. Los pasteles son mis favoritos, son super blandos y dulces~- el mayor bufo ligeramente ante eso.

-Oh, ¿en serio?- Chang'e sonrió, divertida. -Pues yo se cocinar, podríamos hacer un pastel más tarde- ofreció, ganándose una gran sonrisa.

-¡Por favor!- asintió con emoción. -¡Oh!- recordó lo que estaba haciendo. -¡Y él es mi tío Pigsy!- señaló al mencionado, quien se sobresalto ante eso y sonrió con nerviosismo cuando la mirada de ella se fijo en él, su traje y casco desapareciendo en esos momentos. -Es cocinero, hace los mejores fideos caseros de la ciudad~-

-Oh vaya, otro cocinero ¡Es genial!- sonrió, el demonio cerdo devolviéndole el gesto de manera temblorosa, aún asombrado de verla en persona. -Ahora ternurita, ¿quieres ir a jugar con Bun Bun mientras los adultos hablan?- señaló hacia los robots que estaban no muy lejos de ellos, reunidos y haciendo ligeros sonidos entre sí.

-¿Se llaman Bun Bun?- preguntó con curiosidad.

-Así es...- sonrió. -...y adoran jugar con la pelota~- y como prueba de sus palabras, pudieron ver entonces que los robots parecían estar jugando con una pelota algo grande, pasándola entre ellos y con sus rostros digitales luciendo felices.

-Oh...- parpadeo y miró a su papá, pidiendo permiso sin palabras, animándose cuando el mono sonrió y asintió. -¡Esta bien!- ella le dio un último apretón antes de bajarlo. -¡Bun Bun, juguemos!- corrió hacia los robots, riendo alegremente cuando le pasaron la pelota. Era grande pero liviana, así que pudo alzar ligeramente la pelota para pasarla a una de los robots.

-Es tan lindo~- Chang'e sacó unas cuantas fotos, enternecida, para después guardar su teléfono y mirar a los mayores, repentinamente sería. -Ahora...¿Qué los trae por mi luna?- no se escuchaba molesta, aunque si curiosa. Recibir una alerta de intruso era algo que no sucedía mucho, aunque sus robot no activaron su "modo de ataque" al ver al niño, eso fue un alivio.

-A mi me arrastraron- Macaque se encogió de hombros, mirando de reojo a su hijo que jugaba, atento a cualquier cosa.

-Y-Yo quería conocerte- sonrió Pigsy con emoción apenas contenida.

-Pensé que un cambio de ambiente animaría al niño- admitió Wukong cuando todas las miradas se centraron en él, algo incómodo al decir verdad. Ella enarco una ceja, curiosa ante eso, llevando su mano a la cintura mientras miraba fijamente al mono. Tenía la sensación de que se estaba perdiendo de algo en específico.

Papa MacaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora