Un océano de distancia

Capítulo 10

La cena fue más tranquila de lo que Tyler imaginó, sus padres habían dejado de discutir y Bianca le sirvió su comida favorita, realmente le habían extrañado y podía verlo en sus miradas, era de las pocas veces que los veía excesivamente felices, aunque claro, eran una pareja afortunada que después de años seguían enamorados, más allá de las discusiones ocasionales, nada se interponía entre ellos.

Crecer en medio de una familia tan unida, incluso si eran solo ellos tres, hacía que Tyler tuviera una idea muy específica de lo que deseaba en una relación, incluso si era gay, algo que sus padres ya sabían desde que iba en secundaria, sabía que podía encontrar a alguien de quien se enamoraría perdidamente y el sentimiento sería mutuo.

Al terminar la cena, todos recogieron los platos que ocuparon y Zilark imitó a Tyler siguiéndolo hasta la cocina.

— ¿Y cuánto tiempo va a quedarse? —preguntó el padre de Tyler, señalando a Zilark con la taza de café que se sirvió mientras ellos dejaban todo en el lavavajillas.

Bianca había regresado al comedor para retirar los manteles, así que Iván se tomó la libertad de hablar sin medir demasiado sus palabras.

—Supongo que ahora que te trajo, debe volver a donde pertenece. ¿Eso sería el mar? Estamos a kilómetros de la playa más cercana.

—Papá, Zilark no se marchará. —Tyler miró a Zilark y luego a su padre, entonces suspiró acercándose a él para explicarle, tomando otras dos tazas para servirlas con el mismo café que quedaba en la cafetera. —Él me ayudó y yo prometí ayudarle.

— ¿Ayudarle en qué? ¿Qué tiene que hacer una criatura marina tan lejos del mar?

—Alguien a quien aprecia desapareció, y según lo que sabe, fueron humanos quienes se lo llevaron.

—Mi prometido fue secuestrado por un barco. —explicó Zilark al notar que Iván parecía escéptico ante la explicación de Tyler.

— ¿Te volviste loco? —cuestionó el hombre a su hijo en cuanto comprendió la magnitud del asunto.

—Papá...

—Nada, no sabes en lo que te estás involucrando. ¿Crees que voy a permitir que te arriesgues buscando algo que seguramente está protegido por el gobierno? Posiblemente sea el primer encuentro con seres como ellos, nunca lograrán obtener siquiera algo que compruebe su existencia, y si eso pasa estará muy lejos de tu alcance. Podrías meterte en serios problemas por indagar algo como eso, peor aún, por ocultar a uno de ellos.

—Pues Zilark me salvó la vida, así que deberías considerar tu posición y el cómo te expresas, ¿qué no eras tú el que me decía que toda criatura viva merecía respeto? Pues estoy respetando el trato que hicimos, de no ser por él, me habría ahogado en medio del mar y ustedes jamás sabrían al menos dónde quedó mi cuerpo, así que lo siento, pero le ayudaré sin importar el riesgo que implique.

Tyler no le permitió volver a hablar, tomó a Zilark del brazo y salieron de la cocina por una puerta que dirigía al patio. Caminaron un poco hasta llegar al jardín, entonces Zilark se detuvo jalando al menor.

—Oye, ¿es cierto lo que ha dicho tu padre?

—Ignóralo. —respondió volteando a verle aún demasiado alterado.

— ¿Realmente es peligroso?

—No lo sé, tal vez un poco, pero eso no importa, yo dije que te ayudaría y eso haré.

—Siento que te obligué a aceptarlo. —comentó Zilark mirándole preocupado. —Después de todo yo hice que cayeras del barco, ¿por qué no estás molesto por eso?