Capítulo 3

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Tyler se había quedado dormido, pero no pasó mucho para que un ruido inusual le hiciera despertar, se sentó de golpe al divisar una borrosa sombra acercándose, era grande y se movía diferente a como Zilark lo hacía, había pasado lo necesario viéndole esa noche como para diferenciar tanto su forma de andar como su altura y complexión, definitivamente ese que se veía cada vez más cerca no era el mismo hombre.

Pero en lugar de sentir alivio, fue todo lo contrario, quizá porque ahora que suponía saber lo que era Zilark su mente jugaba con él creando un montón de suposiciones tontas, y por más irracional que fuese, tuvo miedo de encontrarse frente a un peligroso desconocido.

Se levantó de prisa tomando su ropa y sin dejar de mirar a ese hombre, cuando estuvo suficientemente cerca pudo ver su rostro gracias a la fogata que por suerte no había terminado de consumirse, era un hombre mucho mayor y con una expresión tan fría y vacía que solo le hizo reafirmar su miedo y querer huir.

—Zilark te escondió como si quisiera protegerte, algún día él entenderá que los humanos no merecen sus consideraciones.

— ¿Dónde está él? ¿Quién es usted? —Tyler retrocedía despacio y con cautela, incluso cuando el hombre se detuvo a cierta distancia, estaba dispuesto a correr si tan siquiera daba alguna señal de volver a acercarse. —Pensé que no había nadie más...

—Está ocupado. Sin embargo, me dijo que habló contigo y no has sido de utilidad.

— ¿De utilidad? ¿De qué manera quieren que sea útil? Buscan algo que ni siquiera sabía que existía, y si ha venido a preguntarme lo mismo que él, no tiene caso que pierda su tiempo conmigo.

— ¿Por qué tan nervioso? ¿Acaso ocultas algo? —preguntó dando un paso más que alertó a Tyler.

Lo último que el chico pudo escuchar fue el sonido del agua como una ola detrás de él, antes de verse envuelto en una cortina de agua que le atrapaba mientras luchaba por salir de ella.

No supo cuánto tiempo pasó, fue casi imposible aguantar la respiración evitando ahogarse, pero al final el agua cayó al piso y luego él de rodillas tratando de recuperar el aire en medio de una tos desesperada.

—Me dirás todo lo que sabes, ¿dónde está mi hijo?

Tyler estaba aterrado, ya era mucho tratar de entender cómo era posible que existieran los tritones, pero la forma en que casi es ahogado le dejó claro que no eran criaturas comunes, para nada se asemejaban a los humanos, no conocía a nadie capaz de manipular el agua de esa manera. Le miró con miedo y trató de entender por qué le preguntaba lo mismo, él no sabía nada de esa persona, pero, al ver su sombría mirada pudo reconocer algo más que el odio con el cual le veía. Estaba preocupado.

Tenía sentido, si ese que desapareció y a quien buscaban era su hijo, podía entender por qué estaba siendo tan agresivo preguntándole al único humano que tenía al alcance.

—Lo...lo siento. —susurró tras recuperarse un poco, se levantó mostrándole ambas manos para evitar que volviera a hacer aquello que casi le mata. —No necesita torturarme para saber lo que quiere, porque no lo sé. Puede asesinarme, me queda claro, ¿creé que sería tan estúpido como para no hablar y salvar mi vida si acaso supiera algo?

El hombre le miró con cierta sorpresa, no esperaba que ese jovencito se pusiera de pie y se expresara ante él de esa manera, sin embargo, no le creía. No confiaba en los humanos, pero podía escuchar su diálogo un poco más.

—Debe ser terrible perder un hijo. —murmuró Tyler acercándose un poco, solo para demostrar que no pretendía huir, se sentó donde antes había estado durmiendo y continuó. —Estoy seguro de que mis padres se van a preocupar cuando se enteren de que caí del barco, y pasarán por un infierno buscándome, como usted a Karsis. Ese es su nombre, ¿cierto?

Un océano de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora