Chapter 6

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I'M CURIOUS FOR YOU

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—Gracias Joyce, dale recuerdos a Jessica cuando la encuentres—colgué la llamada, suspiré y miré a Billy—. Estoy bien, deberías irte antes de que Steve venga.

—¿Sabes algo sobre Max?

—Joyce me ha dicho que la dejo en la secundaria, seguramente haya ido a vuestra casa.

Billy asintió, me miró como si fuera a romperme en cualquier momento, ahora no estaba tan preocupada, si Will estaba bien y Joyce estaba tranquila, todo estaría bien.

—¿Vas a estar bien?

Suspiré, tenía que preguntárselo.

—¿Por qué te importa? Honestamente, nos conocemos de un par de días, sí, nos hemos besado, pero no me digas que tu sientes una gran conexión o que te preocupas por cada persona que besas.

Soltó el humo del cigarro lejos de mi cara, cosa que agradecía, no soportaba a esa gente que lo tiraba en la cara a otras personas.

—La verdad, tengo curiosidad, ninguna chica había actuado nunca como tú lo has hecho. Nunca me habían amenazado ni dejado con la palabra en la boca, ni tampoco me habían hecho pasármelo bien con mitología, estrellas, la playa y riéndome de un pueblo entero. Eres interesante, quiero saber por qué.

Sonreí ante sus palabras, sería estúpido decir que me podía llegar a gustar en un par de días, solo sentía atracción por él.

—De acuerdo, un beso más y te vas a tu casa.

Billy rió y se acerco a mí, más.

—¿Segura que estarás bien?

—Ya soy mayorcita, sé atarme los cordones sola y todo.

Reímos antes de que sus labios sabor tabaco volvieran a unirse a los míos.

[....]

Suspiré cuando vi a Steve entrar a la casa, papá y mamá estaban de viaje. Estaba enfadado, lo sabía, pero también estaba triste y arrepentido. Odiaba que cuando las emociones eran demasiado fuertes podía sentirlas.

—Tenemos que hablar.

Fue todo lo que dijo antes de caminar hacía la cocina.

Nos sentamos en la mesa uno frente al otro, sin saber quién debía hablar primero. Suspiré, otra vez, cerrando los ojos.

—Hoy casi tengo un ataque—admití cerrando los ojos—, Billy me ayudo a calmarme, sino tal vez hubiera tirado una pared.

—¿Hargrove ha estado aquí?

Abrí los ojos y lo miré, haciendo la boca una fina línea.

—¿Solo te has quedado con eso? La última vez que tuve un ataque papá y mamá tuvieron que decir a todos que habían decidido hacer una isla, y todos os pasasteis cinco días gritando sin parar.

MUSA || Billy Hargrove Donde viven las historias. Descúbrelo ahora