05 | La petición

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Mis manos todavía ocupadas por el juego metálico que en ellas se encuentran.

¿Será que sean de él?
¿Tendría que ver esto con algo de lo que era?

Admito, que los últimos acontecimientos me han puesto a imaginar posibles actos que desencadenaría lo que en mi techo aguardo.

Siento que mi tan arraigada tranquilidad ha llegado a su fin absoluto.

—¿Que estoy haciendo, padre? —
Suspiró dentro de mí, presionando inconscientemente el juego de llaves que se encuentran en mis manos.

Mirando por la ventana los rayos del sol que se cuelan.
Mis animales dándole la bienvenida a la mañana como todos los días...

Es hora de empezar el día.

Me adelanto, saliendo de mi habitación cerrando detrás la puerta de esta.

Adentrándome al baño, despejando las preocupaciones por merecedores instantes.

Abandonando toda tela que cubría mi cuerpo, dejando caer la cristalina agua en el mismo. Sintiendo un poco de la pacífica calma antes de volver a la tormenta.

***

Bajo las escaleras, observando como en el mueble aún se encuentra él

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Bajo las escaleras, observando como en el mueble aún se encuentra él.

Con la mirada perdida en algún punto de la pared,
Sus manos juntas mientras los codos tocan sus rodillas.

Al escuchar el gruñido del último y viejo peldaño este voltea, fijándose en mi en una mirada de soslayo.

—He encontrado esto en tu camisa —Este me mira sin entender, mientras le señaló mis manos, extendiéndolas hacia el— Creo que tendría que ver algo... contigo.

Sin esperar más veo como toma lo que en mi mano se encontraba, observando el metal con extrañeza mientras le estudia.

Observo cómo su pantalón, el cual se encuentra rasgado más no roto. Un pantalón color Marrón claro de tela. Se encuentra manchado de él líquido carmesí al igual que oscuro barro.

Sus grandes manos voltean aquel objeto de diversas maneras, sus ojos fijos en su logo donde se encuentran algunos nombres.

—¿Por qué?
Pregunta dejándome estática.
Con ronca voz, mientras sus ojos y atención no se alejan
De las llaves.

—¿A qué se refiere?
Le cuestiono luego de encontrar mi voz.

—¿Por qué no recuerdo mi pasado?
Pregunta inmerso en sí, mientras la tristeza le abarca su rostro.

Suspiro.

—Se debe a la contusión, acabando en amnesia. un episodio en el cual se suele disociar la vida previa en cuestión.

Me mira asintiendo lentamente aún sin mirar a mi dirección;

—No te aseguro que no recordaras nunca, hay distintos tipos de esta. Tu caso no creo que sea en el que suceda...al menos solo en pocos casos se presenta.

Me voltea a mirar, dejando lentamente el juego de llaves en la mesa, pasando sus manos por su rostro y cabello en frustración:

—¿Cuan tardío sería lo de recuperar la memoria?
Pregunta esperanzado.

—Según lo que he visto, puede en algunos casos horas, días, meses...o años en los peores casos.

Le admito con sinceridad no queriendo ilusionar, hay muchas posibilidades al igual que negativas de las mismas, nada nos asegura que se recupere.

Toco mis manos, apretándolas, tratando de abatir la tensión.

—Se que es complicado tal vez en tu posición, ¿Pero te puedo hacer una petición?

Pregunta, fijando su mirada en mí.
Mientras su cuerpo se acomoda dejando la anterior postura jorobada.

—¿Q-que tipo de petición?
Digo rápidamente, demasiado rápido a lo que intenta expresar.

— Hazme recordar.
Dice indiferente.

¿Hacerle qué? ¿Qué petición es esa?
¿Qué poder tendría yo?

—¿Hacer qué?
Preguntó confundida.

¿Cómo piensa que le haré recordar un pasado del cual desconozco? los libros leídos y las clases de la señora Chrismen no incluían tales prácticas.

—Es un trato justo, es visible que no te sientes a gusta en mi presencia —Intuye, dándole yo la absoluta razón—
Y yo necesito recordar para alejarme de aquí.

Admito que es un gran trato, mientras más nos enfoquemos en que sus recuerdos regresen, mi paz nuevamente volverá al igual que tranquilidad de tal.

El volverá a su vida, será todo esto como un episodio jamás vivido.

—¿Por qué crees que podría ayudarte?
Le inquiero con voz impostada.

Este ladea su rostro, dejando ver su buena dentadura.
—Pareces tener conocimiento de tal área, y yo...pues no soy más que tú paciente, e inquilino.

—De acuerdo, pero prometa algo antes.
Este me mira, dispuesto.

—¿Que?

—Mientras el tiempo que intentemos recuperar sus recuerdos, mantendrá distancia, de mí y de cualquier área que pueda ser visible por otros.

—¿Sugieres mantenerme cautivo?
Pregunta con su tan predecible ironía.

—Si así lo consideras sí, puede merodear los alrededores.
Pero no dejarse ver por los demás, sería un peligro.

El amargo de aquella posibilidad baña mi garganta.
Él lo nota asintiendo y volviendo a la seriedad.

— Es un trato señorita...
Inicia el, deteniéndose a invitarme a presentarme.

—Toya, es un trato señor Clark.
Le respondo.

Nuestras manos se unen en un apretón de mano, que daría apunte al trato entre los dos.

Un ganar, ganar ¿No?

᯽᯽᯽᯽᯽

Hey corazones, ¿Cómo están?
Espero que bien.

En primer lugar disculpa por el capítulo tan corto, es que sería una doble actualización lo que antes sería una, pero es que quería haré un solo capítulo de esta escena.

Ya que este capítulo de "La petición"
Sería lo que desencadenaría la historia.

Espero que sea de su agrado, de ser así permítanme
Saber;
✨🤍✨

Hasta la próxima actualización.
P.d: será pronto.

𝐇𝐚𝐳𝐦𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 © [bwwm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora