03 | El Temor En Dastownville

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***

Permanezco de piedra mientras este se acerca, haciéndome instintivamente alejar unos pasos.

Mi nerviosismo me hace presa en instantes, este parece notar lo que su cercanía causa ya que se detiene a mitad de escalera.

Percatandome de aquella manera del esguince que tiene en su pie, que le hace caminar de manera sosa y coja.

Apoyando sus heridos brazos de la barandilla de caoba, su mirada reitera que aún espera respuesta mientras sus labios se encuentran fruncidos.

¿Que estoy haciendo?

—El té está listo, No sobre esfuerces tu cuerpo no tienes las fuerzas adecuadas.

Continúa bajando los peldaños de madera.
Posando su vista hacia abajo, mientras una sarcástica risa se hace escuchar.

Una que no tenía nada de gracia, La ironía le bañaba a completo.

—Me atrevo a refutar, Parece que no piensas de tal manera, aún temes de mi ¿O me equivoco?

Susurra de manera irónica.
Levantando la mirada mientras sus afiliados y claros iris intentan penetrar mis pensamientos.

Unos 4 o 5 metros aún nos distancian, pero aun así su cercanía para mí es amenazante.

—El té te ayudará con los malestares. toma la pastilla que hará minorar tu dolor.

Interceptó las palabras mientras le pasó el té junto a aquella blanca pastilla. Evitando de sobre manera aquella mirada, de alguna manera me perturba.

Este se abstiene en tomar la taza de cerámica mientras traga la pastilla aun mirándome con el ceño levemente fruncido.

Acercándose a la pequeña sala y sentándose en el sofá, mientras se queja en silencio.

Es que, sin duda muy inteligente no es.
Sus heridas no hacen más de unas horas que han sido curadas, pero se esfuerza en querer lastimarse.

Pero ¿Que me importa? Ya sabrá él si quiere sanarse.
Aunque tal vez sí, mientras más rápido sea, más pronto esto terminará.

—¿Por qué salió? Dije que iría en un momento, porque le hago saber que, en sí, no es un invitado en mi morada.

No me Astengo de decir;
Es mejor dejar las cosas claras cuanto antes... ¿No?

—Lo sé —dejando la taza en la pequeña mesa que le queda al frente, mientras dirige nuevamente su mirada hacia mi— Pero el sonido de la puerta siendo tocada me llamo la atención...

Admite, a lo que comprendo más no le hago saber.
La manera en que la puerta fue tocada «de forma Brusca y de manera repetitiva»

Es normal que se haya alterado, y más a sabiendas de que está en un lugar donde no está familiarizado.

¿Tal vez sería su instinto actuando? ¿No?

Simplemente asiento, no dándole más larga al asunto.

—¿Porque tanta algarabía por mí? porque imagino que el blanco del que él hablo he sido yo —Afirma mientras el ceño fruncido no abandona su rostro— ¿Acaso mate alguien antes de perder la conciencia?

Cuestiona de una manera un poco hiriente, no es que le tuviese pena alguna. Aunque la manera en que lo cuestiona es como si le temiera a la idea de que esto pudiese ser cierto.

Tal vez son solo ilusiones mías, pero no puedo negar que me inquieta.

El llamado Clark me mira fijamente tratando de encontrar una respuesta.

𝐇𝐚𝐳𝐦𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 © [bwwm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora