Dastownville
Martes, 3 de julio
La tarde caía notando aquello la morena, a sabiendas de que llegar de noche a su vivienda y más en solitaria compañía no la protegía de los seguros peligros de la noche, a la vez despidiéndose de la alegre señora de aquel local.
ya con sus vegetales comprados se dirigió a su auto, el cual muy actualizado no era, pero para aquella mujer bastante valor representaba.
una herencia dejada, por su querido padre y que cuidaba con esmero.
Esta sin esperar más se comenzó a dirigir a su vivienda, aunque le quedaban al menos unas 3 horas antes del sol se acostara a plenitud, antes de llegar a la peligrosa noche.
su vivienda quedaba a los límites de Dastownville, a lo más alejado de la blanca población, en un pequeño pueblecito donde la población no era más de 30 personas de etnia negra.
Se había alejado para conseguir suministros de comida, ya que al igual le faltaban algunas legumbres que no había podido plantar, siendo culpable la sequía que rondaba aquellos días.
mientras el auto seguía su rumbo esta veía como las casas comerciantes se iban alejando, al igual que arboles iban apareciendo en su lugar para entrar su pequeño pueblito.
Las noches en el pueblo de Dastownville se ceñía en peligro, más para aquella mujer siendo del sexo llamado por los hombres como "débil" y para completar negra, sin dudas para esta era una terrible odisea estar en las "noches oscuras".
El pueblo donde esta vivía, uno que estaba los límites de lo que era «Dastownville» a su plenitud, en este los pueblerinos eran negros, africanos o en algunos casos descendientes. pero no por esto dejaba de ser peligroso para ellos, y más el terror de lo que representaban los blancos.
Pero más peligro presentaba, cuando aquellos "blancos" solían divertirse perpetrando cualquier alma negra que se le cruzase en el camino, Una banda de rebeldes que se encargaban de atormentar las noches, durante los últimos meses, y al igual en ocasiones de día. Lo peor era la falta de derechos que como negros había.
«¿cómo se podría ser escuchada, cuando tan siquiera se me da la voz? ¿cómo pondríamos ser salvados cuando aquí para la ley no se nos considera un ser humano?»
La joven se aparcó como de costumbre hacía, viendo como su amigo se dirigía hacia ella con apresurados pasos, con una preocupación palpable en su oscura mirada.
—¡Por fin llegas, mujer! —exclamo aproximándose a la cercanía de esta lugar—. no sabes lo preocupado que estaba al saber que diste rumbo, y las horas pasando y sin saber de ti.
La morena se detuvo a escuchar como este le reclamaba con delatando en la voz un ápice de dolor.
Esta se estremeció condescendiente del sentir de su amigo. Sabía que estas situaciones no eran de las de su total agrado, ya que así fue como murió su hermana, salió y jamás volvió.
Ese era un ejemplo de lo que podría llegar a pasar, convirtiendose en los últimos años un tabú en el pequeño barrio.
—Lo sé Jeremiah —Admite la morena, bajando del auto—pero ya ves, no paso nada...simplemente decidí comprar algunas legumbres que necesitaba, sabes que mis siembras no han ido del todo bien este mes.
Le informaba ella, sacando del auto aquellas bolsas mientras su amigo se encaminaba detrás tratando de aligerar la tensión y la preocupación que en momentos anteriores le tenían abatido.
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𝐇𝐚𝐳𝐦𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 © [bwwm]
RomansaUn lugar en el que el Racismo era el pan de cada día. En el cual se debía abstener a los peligros que la oscura piel conllevaba, y a la falta de derechos que tenías como persona. Eso era lo que Toya siempre había sabido. "Estar alejada de ellos, era...