04 | Las Lagunas De Clark

105 13 1
                                    


⁅Aviso⁆

Este capítulo es el punto de vista de «Clark» desde que todo tomó inicio.


Una inmensa oscuridad me hace prisionero, mis descalzos pies intentan seguir el rumbo.

Caminado por aquel interminable sendero.

A lo lejos escucho voces, más nada veo.

—No eres más que una deshonra a la familia.
Escucho una recia voz, cargada de un profundo odio.

Me detengo, buscando el provenir de esta.

A la vez Volteando, para mirar aquella silueta que se acerca.
—¡Oye! ¿Quién eres?

Le gritó, acercándome más a él.
Quedándome estático, viendo cómo el rostro de este se vuelve nulo.

No tiene rostro, es un círculo oscuro ocultándole, un abismo....

¿Qué mierdas está pasando?

—¡Mal nacido! ¡Pagarás lo que me quitaste!

La silueta, comienza a empujarme de manera tan fuerte mientras me acerco cada vez más al precipicio detrás de mí.

Mis respiraciones comienzan a alterarse, aquel con su impecable saco cubriendo su cuerpo.

—¿Quién eres?
Le pregunto, intentando con fuerza alejarme mientras otras tres fuertes siluetas aparecen.

De igual manera, sin rostro alguno...

—Desaparece de nuestras vidas
Grita de manera mordaz aquella voz, mientras las siluetas continúan golpeando mi cuerpo de manera seguida, siendo guasones de las peticiones del extraño ser.

La silueta principal se acerca a donde estoy, mientras observa detenidamente mi rostro.

Levantando este, con sus callosas y blancas manos, cuales se encuentran decoradas de anillo de lo que imagino ha de ser plata, extraños diseños formándole.

¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? ¿en un sueño?
Mi garganta cada vez se torna más agria.

Su agarre se impregna en mi cabello, los demás hacen que mi cuerpo caiga de rodillas.

A más placida merced de cuya acción querría.

—Bastardo, recuerda este nombre, nunca lo olvides; Clark, un tormento debe compensar toda esta mierda, ese será tu continuo tormento recordar aquel nombre.

Este despega sus manos, limpiándolas con un blanco paño, tirándomelo en el rostro; —Procedan, encárguense de que no queda nada.

Este se va alejando, mientras los otros comienzan junto a filosas cuchillas interceptar mi cuerpo.

Mi sangre comienza a llenar un charco mientras mi cuerpo, no se mueve.

— ¿Que hacen? ¿¡Carajo, que hacen!?
Intento con toda mi fuerza, pero nada.

Todo pasa rápidamente, y en cuestión de segundos estoy cayendo en un precipicio.

Tan profundo.

Tan bajo

Una oscuridad nuevamente dolorosa

***

¿Estoy vivo?

Aún respiro, ¿debe ser esto el tan llamado paraíso?

Comienzo a mover mi cuerpo aún sin abrir mis ojos,
Siento mis manos de alguna manera imposible de mover.

𝐇𝐚𝐳𝐦𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 © [bwwm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora