Hilos de Chakra

Capítulo 6.

Lo primero que Sakura sintió cuando abrió los ojos, fue que todo le daba vueltas. Desde que había cumplido quince y probó el alcohol, se había dado cuenta de que nunca se llevarían bien, no debió haber bebido ni un vaso la noche pasada. Trató de levantarse, pero como era de esperarse, no pudo.

Apretó los párpados con fuerza y frotó los dedos sobre sus sienes, el dolor de cabeza por resaca estaba apareciendo pero ella no iba a soportarlo. Liberó un poco de chakra sobre ella, y segundos después el dolor había desaparecido. Pero la resaca...

¡Cha! ¡Esa no se cura con chakra!

Dos golpes en la puerta captaron su atención, y al mirar hacia la ella sintió como una punzada ocupó todo su pecho hasta la base de su estómago. Recordó claramente lo que escuchó antes de quedarse dormida por completo.

"Vete Kakashi, antes de que sea demasiado tarde"

Sus mejillas se tornaron rojizas porque también recordó lo que ella había hecho. ¡Lo había abrazado!
No sentiría tanta vergüenza si no hubiera estado borracha, y si no se hubiera sentido tan salvaje cuando él se pegó a su cuerpo. Tapó su rostro con ambas manos y dio una respiración demasiado honda para su gusto.

–¡Sakura! -llamó Ino desde el otro lado de la puerta.

–¡Adelante! -gritó sin moverse de la cama.

–Vaya, hasta que al fin despiertas. Había olvidado lo intolerante que eras al alcohol, ni siquiera habías terminado tu vaso cuando fuiste al tocador ‐Sakura se sintió apenada.

–Lo siento mucho Ino, muero de vergüenza -Ino dibujó una sonrisa burlona.

–Sakura la blanda...aunque...-hizo una pausa. Sakura alzó una ceja.

–¿Qué? -preguntó intrigada.

–Ayer cuando Kakashi te trajo hasta la cama, no salió en seguida de la habitación, y cuando lo hizo...

–¿Cuándo lo hizo...qué? -preguntó demasiado interesada para su gusto.

–Bueno, prácticamente salió corriendo sin despedirse.

–Estamos hablando de Kakashi, Ino -se apresuró a decir –siempre hace eso. La joven rubia hizo un gesto pensativo y luego sonrió.

–¡Tienes razón! ¿Vas a levantarte ya?

–Si, Ino...¿Puedo tomar una ducha?

–Claro, puedo prestarte algo de ropa. Ya luego me la devuelves.

–Gracias -respondió Sakura. Ambas sonrieron.

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–Buenos días, señor Utagi -saludó Sakura.

–¡Sakura! Creí que te habías olvidado de mi -el hombre la recibió con una cálida sonrisa.

–Nada de eso -respondió sonriendo también dulcemente- he estado ocupada, pero prometo que me haré más tiempo para venir a verlo más seguido. ¿Cómo sigue?

–Bien, bien. Solamente quiero irme ya, estoy un poco cansado de estar encerrado aquí.

–Paciencia, señor Utagi, paciencia. Mañana le haremos análisis de sangre y una ecográfica abdominal para saber cómo va ese hígado, acuérdese que de que además de sus cálculos, tiene el hígado graso y un grado elevado de gastritis. Tiene que hacer reposo y comer sano hasta que su estómago se desinflame un poco y pueda al menos caminar sin sentir que se ahoga debido a la presión de su caja torácica como varias veces ya le pasó.

–Entiendo... -respondió agachando su mirada desanimado. Luego de dos segundos, alzó la vista y le sonrió -al menos ya sé que vendrás a visitarme más a menudo, eso me pone contento -Sakura sonrió.