Capítulo 9.

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La primera reacción que tuvo Gaara fue apretarla contra su cuerpo y hundir su lengua en su boca. La sensación que ella le transmitía era increíble, sentía que todo su cuerpo ardía, como si fuera a colapsar.

Cerró los ojos y se dejó llevar.

Besarla era algo que había estado planeando, incluso, como no tenía idea de si lo estaba haciendo bien, se separó un poco de ella y observó como ahora tenía los labios hinchados y rojos por la fricción de sus besos.

Él le acarició la mejilla, y aprovechando que ella aún tenía sus ojos cerrados, volvió a besarla. El tacto de sus labios era maravilloso, suave, como si estuviera probando algodón o algo parecido.

Sakura no supo cuándo comenzó a disfrutar de lo que estaba ocurriendo. Sabía perfectamente que lo que estaba haciendo era algo mezquino y egoísta, pero ahora se sorprendió a sí misma, porque lo que comenzó siendo algo para opacar otros pensamientos, ahora le estaba agradando a tal punto que comenzó a sentir calor en su estómago.

Ella intensificó el beso, y él, presionando un poco en sus muslos condujo el cuerpo de ella hasta el suyo, haciendo que sus pelvis queden muy cerca. De ambos cuerpos se desprendía un calor que se hacía denso en el aire, y cuando Sakura se dio cuenta de esto, se sintió completamente salvaje.

Él la lo condujo empujando con su cuerpo hasta la pared más cercana, y ahí tuvo intensión de tocar más allá de su cintura. Comenzó tímido a acariciar su muslo, y cuando vio que ella no se quejaba de tal acto, se atrevió a levantar su pierna y rodear con ella su propio cuerpo.

Ella se dejó guiar como si fuera un pequeño trozo de papel volando en una tormenta. Hizo un poco de presión con la pierna que aún tenía apoyada en el piso, y se trepó a él como buscando refugio. Siguió besando sus labios, hasta que decidió probar nuevas latitudes.

Con sus manos, movió la fina tela que cubría su clavícula, y comenzó a dar besos cortos disfrutando de la respiración agitada que comenzaba a notar en él.

De pronto, algo en su mente comenzó a molestarle, como si quisiera recordarle que lo que estaba haciendo no estaba bien. De alguna manera supo que luego de esto, se sentiría terrible, y para ayudar a crecer el sentimiento de culpa que la estaba inundado, una serie de recuerdos comenzaron a sobrecaerle encima.

"Si... es una persona que ya conozco hace mucho. Nunca se me hubiera pasado por la mente sentir algo por él, pero últimamente..."

"Ahí esta"

"¿Disculpe?"

"Claramente él es quien te importa..."

Sakura comenzó a fruncir el ceño, una incomodidad poco a poco se hacía presente. Comenzó a molestarse...

¿Crees que alguien pueda amoldarse a mi estilo de vida..."

Ella en verdad se estaba sintiendo mareada...

"...quererme, Sakura?"

No pudo más, y se separó bruscamente del joven que se quedó mirándola sin entender qué era lo que había pasado.

-Yo... lo siento -murmuró friccionando sus labios, como si así pudiera borrar lo que había estado haciendo hacía segundos atrás.

-Sakura... ¿hice algo mal? -y en verdad tenía miedo de haberse equivocado en cualquier cosa. Era la primera vez que besaba a alguien, y besar era algo que no se podía entrenar previamente, así que no sabía si lo había hecho bien o no.

-No... tu no, es solo que... esto es muy repentino y yo... y tú... en este momento no puedo. Estoy mareada, he bebido más de lo que puedo soportar, y no me siento bien -no mintió.

Hilos de ChakraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora